BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
LXIII
LA INMIGRACION
NOBILIARIA
Los
Caballeros de la villa (I)
Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
La
población inicial de la villa cacerense, estuvo formado por un muy escaso
número de pobladores, y que fueron extraídos a duras penas de las huestes
conquistadoras, no sabe el historiador, es más indica que quizás jamás se
llegue a saber, quienes eran estos pobladores, si nos afirma que, en la
posición recién conquistada no quedo ni uno solo de los nobles ni altos
dignatarios de los que acompañaban al Monarca Alfonso IX, en sum ultima
expedición y cuyos nombres no son conocidos por las crónicas, nos siguen
diciendo el historiador que es una quimera el pretender rastrear los orígenes
de las ilustres familias cacerenses, y mera
fantasía el pretender adjudicarles a algunas de ellas entes aquellos
doce hombre buenos, que en nombre del concejo, prestaron el juramento de
fidelidad al monarca y a la corona de León.
En
Cáceres, no hubo una nobleza autóctona, no hubo una aristocracia que pudiera
haber enraizado sus orígenes en la conquista de la Villa, o que hubiera
iniciado los primeros avances en la vida civil cacerense, por lo tanto, aquí
solo quedaron “hombres buenos” que eran gente del estado llano, mientras los
nobles conquistadores seguían adelante con la campaña, primero con Alfonso IX
después con su hijo Fernando III.
Este
hecho tiene su explicación, en una Villa de realengo, vinculada a la corona e
inseparable de ella, libre por si y sobre si, con un concejo que no estaba
obligado a obedecer si no al Rey, y en
cuyo territorio estaba rigurosamente prohibida la propiedad señorial, la
nobleza nada tenía que rascar en el territorio cacerense, esa es la cuestión
que durante los primeros cincuenta años
la población se va integrando por gente llana, unos más ricos que otros, pero
iguales ante el Fuero, por documentos de mediados del siglo XIII, dan el nombre
de algunos de ellos o de sus descendientes inmediatos, apenas si medio
centenar, y todos son nombres corrientes , como es de rigor en este tiempo, en
el que aún no habían cuajado los apellidos.
Nos sigue
contando el historiador, Un Pérez, un Fernández, un Yánez, no dicen si no que
sus padres respectivos se llamaron Pedro, Fernando o Juan, pudiendo tan solo
establecerse el vínculo cuando ya el patronímico de una generación ha
conseguido persistencia suficiente para convertirse en gentilicio o apellido,
lo que sucede en aquellas familias que adquirieron un cierto relieve social.
Entre 1229 y 1250, se puede comprobar media docena de núcleos de la primitiva
poblacion, todos de la clase principal, todos “caballeros villanos” que marcan
el primer relieve social en la mesocracia ganadera que puebla Cáceres, y que,
en menos de veinte años, logra alcanzar una pujante situación económica. La
familia que aparece en los documentos como más antigua es la de los Tello.
Tello es nombre personal, que bajo esta misma forma y en el siglo XIII y con la
de Téllez, se usa como patronímico, alternado sus formas latinas, al
convertirse en apellido en el siglo XIV, predominó la forma Téllez, la que
persiste.
A la
conquista de Cáceres, vino con las tropas castellanas que Fernando III puso a
disposición de su padre Alfonso IX de León, Tel Alfonso, tercer señor de
Meneses, hijo de Alfonso Téllez, primer señor de Alburquerque, Tel o Tello
Alonso, siguió con las huestes interviniendo en la lucha contra Abenhut en la
cuenca del Guadiana, y más tarde en las empresas en Andalucía, pero en la villa
cacerense, quedó un hombre de la casa, llamado Gómez Tello, este se asentó en
la villa como hombre del Rey, recibiendo tierras en los ángulos nordeste y
Noroeste del término y en la Sierra de San Pedro, estas tierras se convirtieron
en dehesas con nombre de Gil Téllez, Ruana de Tello o Téllez, Raposera de
Tello. Hacia 1253, Gómez Tello era uno de los más distinguidos caballeros de la
Villa cacerense, además de uno de los ganaderos más importantes y ricos del
término, como hombre del Rey, gozaba de mucha influencia, interviniendo
activamente en los negocios de la villa, por lo que algunos le reputan como
primer alcalde de Cáceres, tuvo tres hijos Gómez Tello el primero como su
padre, una hija llamada María Gómez Tello, y otro hijo cuyo nombre debe haberse
perdido y que fue padre de Cebrián Tello, Gómez Tello hijo, caso con Sancha
Gil, no debieron tener descendencia, ya que todo el riquísimo patrimonio estaba en poder de María Gómez
Tello, primer centro de atracción, de la inmigración nobiliaria en Cáceres.
El
segundo núcleo familiar es el formado por una de las numerosas ramas de los
Pérez, representando por Pascual Pérez, Pérez es hijo de Pedro, Pascual Pérez,
vino a Cáceres con la conquista o inmigro aquí a raíz de ella, esta datado que
recibió ración de heredad en la sierra de San Pedro, en los linderos discutidos
con Badajoz, poblando la finca el Alpotreque, ya en la vertiente Sur de la
Sierra. Casó Pascual Pérez con Menga Martin, hija de don Marín, otro caballero
de Cáceres y también muy heredado en la Sierra de San Pedro, ya en el último
cuarto del siglo XIII, juntó el caudal de ambos esposos constituyendo el más
grande capital de la Villa cacerense, las merinas de Pascual y Menga,
pastoreaban por toda la Sierra, pasaban a tierras de Badajoz por el rio Botoa y
Sante Yuste y hasta trashumaban a Portugal por Alburquerque, donde tenían
parentela. Dentro de la Villa y en la gran explanada que se extendía ante la
Iglesia de Santa María, se levantaba su casa labradora, ennoblecida por una
portada de piedra perfilada en arco de herradura apuntado, portada que aún
existe en el flanco que da para la calle Arco de la Estrella.
La
familia de pascual y Menga, se componía de cuatro hijos, varones dos Pascual y
Juan, y dos mujeres Pascuala y María, ignorándose que fue de los dos varones y
de María, Pascuala heredó no solo lo que le correspondía entre el patrimonio de
su familia, sino que además recibió todo el caudal de su abuelo don Marín, que
no era ni mucho menos escaso, además de su rango social, mientras los demás
individuos de la familia eran llamados simplemente Pascual, Juan o María, ella aparece nombrada en los documentos con el tratamiento
de Donna Pascuala, rica heredera de particiones para atracción de la nobleza.
Continuando
con el capítulo anterior, seguimos con los primeros pobladores y como poco a
poco se fue gestando las familias que andando en la historia serían los que
compondría los linajes de nobleza de la villa cacerense, Tello la familia más
antigua, se forma en el siglo XIII, Pascual, Menga y sus hijos otra de las
familias del principio tras la conquista.
Los Gil,
familia muy numerosa aparecieron también por la villa cacerense en el siglo
XIII, esos dieron su nombre a diversas participaciones del término, todos de
una misma familia, estos aparte de sus posesiones, fueron destacados en el
regimiento de la Villa, la que gobernaron ocuparon sin interrupción
“portiellos” (encomendado para impartir justica) concejiles durante ,los siglos XIII,XIV, y
XV, sin tener datos documentados es fácil que este linaje fuera descendiente de
Gil Alonso, nieto de Alfonso IX, al que se tiene por ser el primer Gil que se
estableciera en Cáceres, posiblemente sus hijos viniesen con la reconquista y
quizás fuese el árbol de la progenie Gil Sánchez (hombre del Rey) como Gómez
Tello, su ración de heredad fue la dehesa que aun lleva su nombre situada hacia
el Norte de la Villa cacerense, en la carretera de Monroy, aparece ya Gil
Sánchez en los documentos de 1262, nos cuneta don Antonio Floriano, en 1270 era
Lázaro Gómez Gil, propietario de un heredamiento, por la parte Este del término
denominada Casas de lazare, el miembro más destacado de la familia, se le
supone hermano de Gil González, cuya descendencia s la que enlaza ya en el
último cuarto del siglo XIII con la inmigración nobiliaria.
de
antiguo son también los Yáñez, (Johannes, Yannes) procedentes de Cáceres, un
miembro de esta familia , seguramente hijo de un Miguel, fue don Pero Yannes,
al que se reputa como primer cacereño de nombre y documentación conocido, este
caballero fue uno de los que intervinieron en las cuestiones surgidas entre la
villa de Cáceres con la Orden del Temple en 1253, en 1279 aparece en la
documentación don Rodrigo Yannes, este intervienen en el señalamiento de las
dehesas por orden del Rey.
Aun caben
un par de familias más, de los que vinieron con las tropas de Alfonso IX a
conquistar la villa, esta familia es la de Sánchez, procedentes de un Sancho, a
la que pertenece don Xemen Sancho, que fuera compañero con don Pero Yannes en
las contiendas con el Temple, y de la que era miembro destacado en 1262 Juan
Sánchez ”hombre del Rey” a quien como era por costumbre se le encomendaba el
señalamiento y adjudicación de dehesas, por último la familia de Martin o
Martínez, que ya aparece con Juanes Martin en 1253 y que proliferaron en
abundancia en el siglo XIV.
(En la
iglesia de Santa María, s hallan dos sendas sepulturas con lapida de alabastro,
fechadas en 1354-1316, en las primeras de estas lapidas se dice que allí está
enterrado Dommus Iohannes ,en la segunda se dice que allí está en terrado
Michel Johannis , no cabe duda de que la segunda sepultura es hijo de Ihoannes
, el que yace en la primera, y que puede ser que Miguel es hijo de Juan, que se
enterró con toda su descendencia, mientras que Juan fue sepultado junto a su
primera mujer y con la descendencia, hijos y nietos. Nacidos de la
segunda)
Algunas
familias más, no munchas, que pudieran ser consideradas como base histórica,
como descendientes de los conquistadores o primeros pobladores, las destacadas
son según nos cuenta don Antonio Floriano, son las seis familias que pueden
considerarse como como ejemplares para explicar el fenómeno de la inmigración
nobiliaria.
Los
ilustres linajes que han sido gala característica de la villa cacerense, a partir de la segunda mitad del siglo XIII,
dando a la poblacion su peculiar fisonomía de mansiones nobiliarias, no se
originaron en la primitiva población formada a raíz de la conquista, si no que
vinieron después a enlazar con ellas, los primeros pobladores del término,
particioneros de heredades, crean la
riqueza que habría de ser el fundamento económico de todo el territorio, sobre
la base de la explotación ganadera y de los productos espontáneos de la tierra,
cuando esta riqueza esta ya formada, es pujante y hasta opulenta en algunas
familias, es cuando aparecen los hijos generalmente segundones de familias
nobles, algunos de ellos descendientes de los que contribuyeron a la conquista, a enlazar con
las estirpes delos primeros pobladores, creando ramas de un nobleza nueva, que
se forma en la Villa cacerense, y que
toma carta de naturaleza en esta tierra, transformando el ambiente social de la
Villa y hasta imprimiendo a la tierra nuevas orientaciones que resultaron beneficiosas para la economía, la
nobleza que en esta tierra se crea, es una nobleza campera, que cuida y atiende
la tierra.
Fue así
la cosa , porque no podía ser de otra forma, Los nobles, de la primera nobleza,
“ricos-omnes, ricas-fembras” no podían por disposición del Fuero, tras ser
reiteradas por las Cortes en Valladolid en 1293, poseer heredamientos en la
villa cacerense ni en su término, pero si los de la segunda nobleza, pero no n
calidad de nobles si no como vecinos de la villa de Cáceres,” en tal manera que
fagan ellos e los que con ellos vinieran aquel fuero e aquella vecindad onde
fuere el heredamiento. Para avecindar en
la villa de Cáceres podían comprar heredad, y así lo hicieron algunos de ellos,
otros prefirieron el procedimiento de los enlaces matrimoniales y así se
realizó en los primeros momentos, en próximo capitulo hablaremos de algunos de
ellos.
(fuentes
Antonio Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuentes Publio Hurtado-Ayuntamiento)
(Fuente Orti Belmonte-Conquistas)
Agustín
Díaz Fernández
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