BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
CLIX
Linajes
Cacerenses XXXV
Toledo.
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Este
linaje junto con los de Cerda, Velasco, Mendoza, Sandoval, Zúñiga, Lara, Haro,
Manrique, y algunos más, formaron las familias de grandeza nacional. Los
cacerenses pertenecían a la rama de los Señores de Oropesa, que habitaban en
Plasencia, y el primero que figura entre los venidos a la villa de Cáceres fue
Fernán Álvarez de Toledo, y que vivía en la misma hacia 1378, y que su solar
estaba en la colación de San Juan, pero el cronista no nos dice en que calle ni
ubicación, este caballero estaba casado con doña Isabel Álvarez de
Saavedra, fue corregidor y Juez Mayor del Rey Enrique II de Castilla en
Cáceres, y que a este cargo, sería fácil se debiera su presencia y asiento en
la villa cacerense, y que en cuyo término poseyeron desde muy antiguo la dehesa
de Guadalperal que vendieron en 1413 a Galin Pérez Pantoja.
En 1430,
figuraba avecindado en la villa Garci Álvarez de Toledo, hijo del anterior, y
Señor de Oropesa, y que habito en casa de su padre, pero temporalmente, ya que
sus asuntos e intereses lo llamaban lejos de Cáceres de ordinario.
Pasado el
tiempo, ya en el siglo XVI, esta familia tomó como nuevo solar, y en el que
definitivamente asentó, en el conocido como Palacio de los Toledo-Moctezuma,
ubicado en el Adarve del Obispo Álvarez de Castro, como curiosidad, este
edificio fue propiedad de la Caja de ahorros de Cáceres, tras la compra del
mismo a la casa Ducal de Abrantes.
Heredo de
los anteriores, pasando tres generaciones, Hernán Álvarez de Toledo, regidor
del municipio cacerense, y que vivió en la segunda mitad del siglo XV, hacia
1451, era Carvajal por varonía, ya que en su madre doña Mencía de Toledo,
casada con Juan con Juan de Carvajal, por ser mujer se habia perdido a
ascendencia masculina.
Juntada
con la parentela Carvajal, anduvieron revueltos los dos apellidos de sus
descendientes, hasta que una de las nietas de Hernán Álvarez de Toledo, doña
Mariana de Carvajal y Toledo, casó con un pariente suyo, Juan Toledo Moctezuma,
descendiente Isabel de Moctezuma, hija del último emperador mejicano Moctezuma.
Según
parece, fueron estos Juan Toledo y Mariana de Carvajal, los que reedificaron la
casa-palacio de los Toledo-Moctezuma, ya que, con su casamiento, pudieron poner
en ella los escudos de Cano y Moctezuma, que le pertenecían a él, de Ulloa y
Carvajal que eran de ella, y el de los Toledo, que les atañía a los dos.
Tuvieron
nueve hijos, pero estos prefirieron el apellido de Moctezuma, apellido con más
trascendencia, el primero se llamó Juan de Moctezuma y Carvajal, tal como
el hijo de este, que relego a tercer apellido el de Toledo, y que fue Caballero
de la Orden de Alcántara en 1626, hijo de este fue Juan Antonio de
Moctezuma y Carvajal y Toledo, y que tuvo dos hijas, en las que volvió a
rehabilitarse el apellido de Toledo como primero, doña Maria y doña Teresa de
Toledo y Moctezuma, pero como ser apellido de mujer, estaba condenando a
eclipsarse nuevamente. Lo que ocurrió al poco, doña Marian, la mayor, casó
Álvaro de Vivero, General de Caballería en el ejercito de Castilla, en las
guerras con Portugal, y hermano del Conde de Fuensalida, y que tuvieron otra
hija y de nombre Mariana Vivero de Toledo y Moctezuma.
Esta
Mariana, casó con Juan de Carvajal y Sande, primer conde de la Enjarada, motivo
por el que la casa de los Toledo, se incorporó a la casa de Abrantes.
Otra rama
de este linaje hubo en Cáceres, otra rama de los Toledo, esta apareció durante
el siglo XVII, un tal Cosme de Toledo, padre de otro Cosme, que fueron
Capitanes de las Reales Guardias españolas, el segundo fue el padre de Nicolas
de Toledo, que marchó a Italia como teniente Capitán del regimiento de Borbón,
corría el siglo XVIII, allí casó y murió, dejo un hijo de nombre Cosme de
Toledo Cadena y Paz, que al poco abandono suelo italiano volviendo a la villa
cacerense.
Vicente
de Toledo, hijo de Cosme, este caballero pisaba las calles de Cáceres en la
primera mitad del siglo XVIII, liberal, sacrificando en aras del ideal, el ya
más que mermado capital familiar, cuenta el cronista que acabo de forma
angustiosa, fue Regidor del ayuntamiento cacerense, en 1822 y 1823,
especialista y renombrado domesticador de ratas, gran aficionado al juego de
cartas y a las mujeres de mala fama, lo que le llevo a rematar los dineros de
herencia familiar.
Juan Cano Saavedra
Juan Cano de
Saavedra, de Cáceres, 1.502, fue el año de su nacimiento, y 1.572 el de su fallecimiento,
partió a las indias con su deudo, D, Nicolás de Ovando, gobernador de la española,
sirviendo con este la causa de la patria, conoció a Hernán Cortes, con el que
confraternizó. Tanto que cuando este partió a la conquista de Tierra Firme,
Cano se alistó en sus banderas, y abordó al par de aquel imperio mexicano.
Los hechos
de armas de Tlascala, Tepeaca, Otumba y otros, lo contaron en el número de los
valientes capitanes que tomaron parte de ellos, terminada la conquista del país
Anahuac, Juan Cano casó con doña Isabel Moctezuma, hija del emperador de este
nombre. Y con las inmensas riquezas que ya por razón de este enlace, ya por las
participaciones que obtuvo de los tesoros repartidos, volvió a España a hacer
la vida de los grandes señores, formando la hermosa casa y copioso mayorazgo
Juan Cano de
Saavedra, era hijo de Pedro Cano, alcalde de la villa de Cáceres. Juan pasó a
las Américas a la edad de 17 años con frey Nicolás de Ovando, participó en la
expedición contra Hernán Cortés de Pánfilo de Narváez, aunque esos
enfrentamientos con Cortés no le impidieron servir bajo su mando en el sitio a
Tenochtitlan o en la conquista de Oxaca y Michoacán, recibiendo por tales
méritos la encomienda del pueblo de Macuilxochilco.
El mismo año
de 1.531, tras unos meses de luto de Isabel, se casan por interés mutuo, el con
30 años gana posición al casarse con la última heredera de la realeza azteca, y
ella con 21 años a través de la posición de su nuevo marido puede reclamar el
patrimonio de su padre Moctezuma: tierras, asentamientos y objetos de valor. A
lo largo de 20 años Juan Cano y su esposa participaron en tres pleitos de
reivindicaciones territoriales de los cuales ganaron dos.
Aun así,
Isabel siguió reclamando a la corona española hasta su muerte, la enorme deuda
que tenían con su padre Moctezuma II, su herencia, pues Moctezuma había
aceptado voluntariamente la soberanía del rey español, y no había razones para
privar a su hija, cristiana y leal de sus posesiones ancestrales. Isabel murió
en el año 1.550 sin poder ver el final de sus demandas que fueron confirmadas,
solo formalmente, por la Real Audiencia de la ciudad de México ella y a sus
hijos en el año 1.556.
Isabel de Moctezuma
única hija legítima del emperador
de aquellos territorios y último monarca de tan famosa dinastía, antes llamada
Tecuixpo Ixtlaxochitl que significa “copo blanco de algodón”. Un hijo suyo Juan
Cano Moctezuma, se estableció en Cáceres donde su padre había invertido una
gran fortuna. Su condición de nieto del Emperador elevó su consideración social
y así su hijo Juan de Toledo Moctezuma, caso en Cáceres con doña Mariana de
Carvajal y Toledo y debieron de ser ellos los que en el siglo XVI reedificaron
esta casa, ya que en ella figuran los escudos de Moctezuma por parte de él, los
de Ulloa-Carvajal por parte de ella y los de Toledo-Moctezuma por parte de los
dos.
Antes de morir en 1520 Moctezuma, pidió a Cortés que cuidara de sus
hijas, comprometiéndose éste a no abandonarlas. Las bautizó con los nombres de
Isabel, María y Leonor Moctezuma. Las puso bajo la protección de los
franciscanos españoles, con el encargo de que instruyeran a Isabel, la mayor,
que era analfabeta. Después, el 1-11-1522 falleció la esposa de Cortés,
Catalina Suárez. Al enviudar Cortés, en 1524 propuso a Isabel irse con él a
vivir juntos en su casa, prometiéndole casarse con ella. Como consecuencia de
tal cohabitación, Isabel quedó embarazada en 1526.
Cortés ocultó al rey Carlos V el contubernio con Isabel y su embarazo,
pensando que, habiendo ella sido dos veces emperatriz consorte de los dos
últimos emperadores, Atlixcatzin y Goalthémoc, el rey de España sospecharía que
también Cortés quería proclamarse emperador. De manera que convenció al
extremeño Alonso de Grado, un hidalgo nacido en Alcántara (Cáceres), que se
casara con Isabel. Contraído el matrimonio, Alonso murió de repente a los pocos
meses, en 1527, sin haber dejado descendencia. Cortés tuvo que buscar a Isabel
un nuevo marido, a prisa y corriendo, que “tapara” la criatura que ya estaba a
punto de nacer. Convenció a otro de sus capitanes, Pedro Gallego Andrade,
nacido en Burguillo del Cerro (Badajoz). De este matrimonio nacería después un
hijo, Juan Andrade Moctezuma, otro linaje de Isabel Moctezuma que vendría a
residir a España tras la conquista.
Nacida la esperada niña, hija de Cortés e Isabel, a primeros de 1527, en
principio, no fue reconocida ni por Cortés ni por Isabel, como represalia de esta
contra el padre por no haberse casado con ella, como le prometió. La niña fue
llevada a casa de Juan Altamirano, otro de sus capitanes y familiar de Cortés.
Fue bautizada con el nombre de Leonor Cortés Moctezuma, En 1531, fallece Pedro
Gallego, cuarto esposo de Isabel que la dejó en muy precaria situación
económica. Decidió nuevo marido elegido por primera vez por ella, casándose en
1531 con otro extremeño, Juan Cano Saavedra, nacido en Cáceres. Fue la primera
vez que Isabel se casó por amor y sin que el marido fuera amigo de Cortés;
habiendo convivido ambos juntos hasta 1550 que Isabel falleció. Tuvieron cinco
hijos.
Nacida la esperada niña, hija de Cortés e Isabel, a primeros de 1527, en
principio, no fue reconocida ni por Cortés ni por Isabel, como represalia de esta
contra el padre por no haberse casado con ella, como le prometió.
Pues ese linaje de Isabel Moctezuma, está hoy representado en Cáceres por
José Miguel Carrillo de Albornoz y Muñoz de San Pedro, nacido en Cáceres,
Abogado, escritor y vizconde de Torre Hidalgo, al que entrevistó la prensa a
poco de surgir la petición del actual presidente de Méjico, López Obrador, para
que España, su rey, gobierno y el papa Francisco pidan perdón a Méjico por el
“genocidio” que allí cometió Hernán Cortés, según el propio Obrador se inventa
El vizconde Carrillo de Albornoz, es descendiente del quinto matrimonio de
Isabel con Juan Cano Saavedra, quien, al morir Isabel en 1550, regresó a España
con los dos hijos varones que ella le dio. Uno, Juan Cano Moctezuma, construyó
el Palacio de Toledo-Moctezuma de Cáceres, se casaría con la hija de un noble
español, Elvira de Toledo y Ovando. Y de él es lejano descendiente dicho
vizconde, que asevera: "porque ella (Isabel), heredera del trono mexicano,
hizo que todos los nobles supervivientes no se levantasen contra el imperio,
sino que colaboraran, metiéndolos en la nueva sociedad que vino". Isabel
mantuvo tres litigios contra la corona española, como heredera que era del
imperio mejicano, ayudada de su quinto esposo, Juan Cano Saavedra; habiendo
ganado dos de dichos litigios.
Poco después del nacimiento de ésa su primera hija, Isabel se casó con
Pedro Gallego de Andrada, con quien dio a luz, en 1530, a Juan de Andrada
Moctezuma.
Dos años después, se casó por última vez con Juan Cano de Saavedra, un
hidalgo cacereño que llegó a México con Narváez. De este matrimonio nacieron
cinco hijos. Juan Cano viajó a Castilla en 1542 para establecer, sin éxito, los
derechos naturales de Isabel sobre su patrimonio.
Isabel de Moctezuma murió el 9 de diciembre de 1550. En su testamento
otorgó la libertad a todos los esclavos indios naturales de la tierra que le
correspondía; ordenó misas, obsequias, mandas pías, etc., hasta una quinta
parte de todos sus bienes, y mandó pagar deudas y salarios de sus criados.
Después de años de pleitos en torno a la herencia, su hijo primogénito, Juan de
Andrada, recibió únicamente una sexta parte del señorío de Tacuba, mientras que
la familia Cano se hizo con el control del resto del patrimonio de la que fue
considerada por los españoles como señora natural de México mientras vivió.
(Fuente Publio Hurtado-Indiano)
(Fuente La Conquista de América)
Agustín
Díaz Fernández


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