BREVE HISTORIA DE CÁCERES
CXL
Linajes Cacerenses
XXVI
Peña.
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra.
Según
algún cronista, fue don Oto de la Peña, caballero servidor del Rey Garci
Jiménez de Navarra, al que presto su ayuda en las guerras con el moro, y
tambien en la fundación del monasterio San Juan de la Peña, ubicado en las
montañas de Aragón, este don Oto, sería el tronco de esta familia que se
difundió por toda la península Ibérica, ostentaba por armas, sobre fondo de
plata, un peñasco verde con cinco puntas, y sobre cada una de estas, sin
tocarlas una estrella de oro.
Este
linaje se tiene por los conquistadores de la villa cacerense.
Juan
de la Peña.
Caballero
de gran fortuna, y miembro de la primera nobleza en la localidad, y que su hija
Maria de la Peña, contrajo matrimonio con Alvar García de Cáceres, Señor de
Espadero, de los caballeros más principales y casas de mas reputación de la
villa.
Juan
de la Peña.
Caballero
de mucha notoriedad, que presto grandes servicios al Rey don Juan II y al
Maestre de la Orden de Alcántara, don Gutierre de Sotomayor, del que era deudo,
y que en pago de los mismo, y con la venia del Rey, hallándose con el monarca
sobre el castillo de Mayorga ( San Vicente de Alcántara) en 5 de junio de 1446,
donó a Juan de la Peña, los bienes confiscados a Alfonso Juan de Migolla*, bienes
de que el rey habia hecho gracia en el Maestre, con lo que su donatario aumento
a su ya respetable caudal, al que su esposa Maria Gutierre de Valverde, habia
aportado el no menos cuantiosos de sus mayores los Señores de Castellanos, este
caballero dio nombre a la calle Peña, que se denominó Juan de la Peña, y que en
la actualidad solo se la conoce por el apellido, su muerte se produjo en 1489 y
se mando enterrar en la capilla del capitulo en el convento de San Francisco,
que era de su propiedad, en la que descansa junto a su esposa, esta falleció en
1504, habia mandada labrar otro sepulcro en la capilla de San Miguel de Santa
Maria, para un hijo muerto antes que ella, monumentos que dejaron acreditados
su cuantiosos dineros.
* En la
Orden de Caballería, ingresaban en las instituciones religiosa-militares, eran
armados caballeros con arreglo a las leyes del reino. En el año de 1446, y
entre los que tenía el Maestre Gutierre de Sotomayor, se encontraban tres
jóvenes hidalgos cacerenses, Diego de Cáceres y Ovando, Juan de Saavedra y Juan
Alfonso Migolla.
Este Juan
Alfonso Migolla, casado hacia muy poco tiempo con una muy noble y bella joven,
de nombre Jimena Álvarez de Sotomayor, prima a la sazón de Saavedra, como
Migolla lo era del de Ovando, a resultas de que al Maestre Gutierre de
Sotomayor, solía pasar largas temporadas en la villa cacerense, vio a la
muchacha recién casada, y le gusto tanto, que empezó a galantearla con tan poco
recato, que al punto se percataron los parientes y el marido de la dama, de los
propósitos del Maestre, y a resultas de que este no habia encontrado en su
camino amoroso, más que padres, esposos y hermanos complacientes con los deseos
eróticos del de Sotomayor, las licencias que se permitió con doña Jimena,
ofuscaron a su marido Juan Migolla y a sus parientes y colegas, estos se
conjuraron para tomar venganza en la afrenta que con sus requerimientos
insolentes infería Sotomayor a los tres caballeros.
Cierto
día de invierno, terminado ya el año de 1446, hallándose el Maestre en la casa
de la dehesa Araya (Brozas), se le puso en antojo salir muy temprano en
jornada de caza, para mitigar algo el
frio se cubrió con un tabardo de pieles que le cubría por completo, iba, porque
así lo ordeno, acompañado de los conjurados, al considerarlos gente de su
confianza, con sus lanzas y pertrechos de guerra, como era la costumbre, algún
cronista afirma que le salieron al camino, donde le prepararon la celada, como
quiera que fuese, y lo cierto fue que esperando la ocasión más propicia ,
Migolla, el más ultrajado de los tres, espolea a su caballo y asesta un
tremendo golpe de lanza a don Gutierre, que pasándole de parte a parte da con
él en tierra.
Que lo
habia matado, pensaron sus dos acompañantes, y que lo habia matado pensó el
ofendido Migolla, y sin más convenio, todos se ponen en fuga, huyendo de lo que
presagiaban les iba a caer encima.
Apenas si
llegados a sus casas respectivas, se detuvieron para la despedida, y salieron
unos Ovando para Aragón, Saavedra para Navarra y Migolla partió para Sevilla,
lugar que él consideraba seguro.
En tanto
que los tres conjurados emprendían la huida, el Maestre, que resultó ileso del
lance, ya que la lanza no habia atravesado más que el jubón de pieles, ideaba
el plan para atrapar y dar castigo a los culpables, más las fronteras de
Navarra y las de Aragón, libraron a Saavedra y al de Ovando de la ira del
Maestre, pero Juan Alfonso Migolla, confiado, y más al alcance del de
Sotomayor, diose preso en las redes de este, fue conducido a Alcántara y allí
ajusticiado*.
Luis
de la Peña.
Hijo del
anterior, regidor del Ayuntamiento cacereño en 1451, del que repitió en 1477,
cuando la Reina Isabel la Católica, puso organización en el Municipio
cacerense, y fue este caballero el que primero saco a la suerte uno de los
bonetes en que se echaron a suerte los nombres de los cuarenta y ocho hidalgos
principales de la villa, parte de su enorme patrimonio lo invirtió en un
hospital que edifico en el pueblo de Aliseda y el resto lo heredó su hija doña
Francisca de la Peña, casada con don Fabian de Monroy, a cuya casa fue a parar
su buena fortuna.
Fernando
de la Peña.
Que fuera
Comendador de Belvis, en la Orden de Alcántara, allá por los años de 1470,
patrocinado u muy adicto al Maestre Gómez de Solís durante las guerras civiles
de la Orden.
Alonso
de la Peña.
Que en
1556 era cura de la parroquia de Santiago de los Caballeros.
Maria
Isabel de la Peña.
Casada
con Pedro Rol de la Cerda, a quien Felipe II hizo alférez Mayor de Cáceres, y
doña Luisa de la Peña, hija de ellos, y que casó con Juan de Carvajal y Sande,
Señor de la Enjarada.
Algún
Peña hubo más por tierras cacerenses, pero demos tiempo al cronista a que los
saque del anonimato, en el acaso sea de su gusto.
(Fuente
Publio Hurtardo-Ayuntamiento)
(Fuente
Biografías)
Agustín
Díaz Fernández

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