BREVE HISTORIA DE CÁCERES
XXX
La
Matanza de Montánchez.
Crónica desde
la calle Cuba de Mi Llopis Ivorra
La tan
temida ofensiva musulmana se desarrolló en 1195, los castellanos provocaron al
moro, con temerarias algaradas, y el Califa respondió a estas provocaciones
cruzando el Estrecho con poderoso ejército que derroto a Alfonso VIII en la
batalla de Alarcos. El de Castilla culpó al de León de haberse retrasado en
llegar con los refuerzos que le correspondía aportar a la campaña, esto
propicio la rotura de las relaciones entre ambos soberanos, y que al año
siguiente busco alianzas el de león con el Rey de Navarra, y hasta busco
alianzas con los propios almohades, para hacer la guerra a Castilla.
Entonces
inicio Alfonso IX de león, su ofensiva por la parte de Castilla, mientras los
almohades salían de Sevilla el 15 de abril y avanzaban dirección al rio Tajo,
intentado amenazar Toledo. Su rapidez y furia en el avance fueron
sorprendentes, em poco tiempo consiguieron alcanzar la altura de Talavera,
donde trabaron duro y sangriento combate con las tropas castellana a las que
consiguieron derrotar, persiguiéndolas su retirada hasta hacerlas buscar amparo
tras los muros de Toledo.
Más, una
parte de la vanguardia almohade, mientras tanto, se habia desplazado hacia el
Oeste, llegando al castillo de Montánchez el día 14 de junio iniciando en el
mismo día el ataque a la fortaleza, Montánchez, era reducto de Castilla y
estaba defendido por una escasa guarnición, pero habia comenzado a congregarse
un numero bastante considerable de pobladores en torno al Castillo.
La hueste
musulmana que acudió para tomarlo, estaba formado por fuerzas de choque,
fuerzas aguerridas y en la que figuraban bandas de guerreros árabes fanatizados
que, mientras el grueso de la columna ataca la fortaleza, en la que se habia
refugiado la población, el resto se desparramo por los alrededores, llegando
hasta el rio Salor, con el fin de raziar los campos y estar vigilantes de
cualquier infiltración cristiana que pudiera venir de Trujillo en auxilio de la
fortaleza sitiada*
*Asentada
este castillo o fortaleza, junto a la cordillera Oretana, en la parte sur de la
provincia cacerense, de importancia son la fertilidad sus suelos y su industria
salchichera y de todos los productos del cerdo en general, como tambien lo
fuera en época antigua, la amplitud y fortaleza de los muros de la que tuvo que
ser impresionante fortaleza. Fue conocida como Castrum Colubri, Mons Anguis,
Montechel, Muntajesh, Mostrances, Montanches y finalmente Montánchez, de origen
romano, los árabes ampliaron el recinto hasta la magnitud que hoy se puede
apreciar.
La
conquista por los árabes, con el moro Muza a la cabeza de las tropas
musulmanas, tuvo lugar después de haber estado sometido a Mérida, de cuyo
waliato fue siempre dependiente.
En 1184
fue ganada por Abi Ishac, hijo de Abu Ya’Qub, este Emir almohade destacó sobre
el territorio entre el Tajo y el Guadiana, mientras el se llegaba a Santarém,
El definitivo rescate, lo realizo Alfonso IX, bien en 1229 o 1230, que en esto
los historiadores difieren, donándola al Maestre de la Orden de Santiago don
Pedro González Mengo, por lo mucho y bien que, le habia ayudado en la empresa,
y que la formó con villa y castillo, unas de las mejores y más codicias
encomiendas de la Orden, y tanto fue así,
que en el castillo solía depositarse el tesoro de la misma. *.
Con valor
fue la resistencia que ofreció la fortaleza de Montánchez al moro, en el primer
ataque, pero al siguiente vieron los sitiados que por los valles del saliente
avanzaban un poderoso ejército con gran número de máquinas de guerra, que al
mando del propio Al-Mansur venia de Talavera. Ante la imposibilidad de
resistencia de los de Montánchez, pidieron el Amán (cuartel o seguridad) que le
fue concedido por el Califa, y que una vez fueron todos desarmados, entregados
al Caid Abu Allah Ben Sanadiz, con órdenes de conducirlos con seguridad hasta
el primer puesto cristiano,, Hacia el Nordeste se encamino el Caid con ellos,
acampando en el valle cerca de Torrequemada, junto a la Villavieja del Tamuja,
y ocurrió que, una de esas bandas de fanáticos árabes que corría por aquellos
campos, les salió al encuentro, y a pesar del esfuerzo que el Caid hizo para
evitarlo, se lanzaron sobre los indefensos prisioneros pasándolos a cuchillo,
tan solo quedaron con vida las mujeres y los niños, que fueron cogido por los saltantes como
cautivos, el nombre de “Valle de la Matanza” quedo como un recuerdo de aquella
horrible carnicería*
*A la
mañana siguiente los habitantes de Montánchez abandonaban el castillo, a las
puertas soldados sarracenos al mando del Caíd Abu Abd Allah b. Sanadid les
esperaban para escoltarlos hacia tierras más al norte. Soldados y caballeros
según salían iban arrojado sus armas a los pies de un enemigo siempre
vigilante.
Cansados,
tristes y temerosos, marchaban dejando atrás sus vidas. Los ancianos, los
heridos y los niños iban hacinados en carromatos o burros, los caballeros y los
más pudientes a caballo, y todos los demás a pie portando los pocos enseres que
les quedaban. La travesía iba a ser larga.
A medio
día de jornada, la caravana acampa cerca de Villavieja del Tamuja, donde es
emboscada y atacada por un grupo de árabes fanatizados que se hallaban
realizando razias por dichos valles. El silencio del valle deja paso a unos
agudos silbidos lejanos que se hacían más atronadores por segundo, y de repente
una lluvia de flechas cubrió el cielo, el miedo y la confusión se apoderó de la
caravana. De los árboles empezaron a salir salteadores árabes matando a diestro
y siniestro, sin respetar a sus propios hermanos de raza, que incrédulos y
sorprendidos luchaban unos e huían otros. Los soldados cristianos indefensos
utilizaban como arma todo lo que encontraban, palos, piedras y sus propias
manos eran sus defensas, pero poco o nada pudieron hacer frente a los bien
equipados saqueadores árabes, que sin piedad alguna mataron sangrientamente a
todo cristiano o musulmán que le opusieron resistencia.
Terminada
la batalla, los salteadores sin piedad alguna, pasaron a cuchillo a todo hombre
que aún quedaba en pie, sin respetar entre soldados o aldeanos, ancianos o
heridos, sólo las mujeres y los niños se salvaron de la masacre para ser
esclavizados y comerciar con ellos. Hoy aquel lugar aún es conocido como el
“Valle de la Matanza”.*
Cuentas
los cronistas árabes que, al -Mansur se indignó al conocer la felonía, haciendo
encarcelar a sus autores, y ordenando el propio Abu Allah, que condujese a los
supervivientes hasta la frontera.
Desde la
plaza de Montánchez, se lanzaron los almohades sobre Trujillo, pero sus
habitantes huyeron ante la presencia de los moros, estos, los persiguieron en
la huida exterminándolos, después ocuparon tambien sin resistencia Santa Cruz,
y por último Plasencia, ciudad está que fue arrasada, asaltando el castillo y
pasando a degüello a los jefes de la defensa y a los personajes más influyentes
y principales de la población, cogiendo cautivos al resto para trasladarlos a
África, a trabajar en la construcción de la Mezquita de Rabat.
Siguiendo
a continuación la ofensiva por la Meseta.
La paz
con Castilla.
En 1197,
se acordaron por fin nuevas paces con Castilla, el Rey Alfonso IX de León, al
igual que su padre, habría tenido que separarse de su esposa Teresa, por los
mismo motivos que no eran otras que las censuras pontificias, y con el fin de
que las paces se consolidaran se pactó matrimonio del leones con Berenguela,
hija del monarca castellano, la nueva reina recibió como dote del leones,
diversos castillos en Galicia, Asturias Montañas de León y Tierra de Campos, y
acordándose que si el castellano quería cambiar los de Galicia por otros,
podría escoger los que quisiera dentro del reino de León, menos los que
perteneciesen a la iglesia, a la Ordenes Militares y cierto números de villas,
entre las que figuraban Coria y granada (granadilla).
La Paz de
Castilla
Por el
momento y con el matrimonio con doña Berenguela, se habia conseguido mantener
la paz, pero este matrimonio adolecía del mismo impedimento que los anteriores,
por lo que hubo de disolverse el vínculo, volviendo así la amenaza de guerra,
hubo algunas escaramuzas en las fronteras, pero al fin se reanudaron las paces.
Aprovechando
el estado de tranquilidad en lo referente a la guerra con Castilla el monarca
Alfonso IX de León, inicia los preparativos de la gran ofensiva hacia el sur
del Tajo, en el, año 1202 y como primer paso, se ocupa con insistentica de
fortalecer las Ordenes Militares, de las que, la Orden de Santiago estaba
declinado a ojos vitas desde la pérdida de su casa Matriz. Y e acuerdo con la
iglesia compostelana dio a estos caballeros la Atalaya de Pelay de Vellidiz,
quedando este castillo como solar y casa principal de la congregación, hasta
tanto se recuperara Cáceres, ya que los caballeros no habían renunciado a su
primitivo hogar, y al mismo tiempo reforzaba las guarniciones de la frontera y
recorría d manera incesante toda la Cuenca Norte del Tajo en expediciones de
limpieza, ya que las incursiones musulmanas, unas con consentimiento del
Califa, y otras sin él, se producían con gran frecuencia.
Con los
preparativos de campaña a punto, o casi, tuvo que demorar la partida, con el
fin de sincronizar su acción con la del Rey de Castilla, este, no descuidaba la
frontera inferior, que le tenían con mucha inquietud, desde que las tropas
almohades le ocuparon las fortalezas que por esta parte guarnecían los pasos de
la divisoria del Guadiana, así las cosas, recorría todos los castillos, y de
poco a poco, realizaba algunas incursiones al Sur del Tajo, llegando incluso
hasta los Montes de Toledo. En una de estas algaradas del año de 1211 y en la
que le acompañó el Infante don Fernando, bajaron hasta la Sierra de San
Vicente, y mientras el padre hacia el recorrido por todas las altamiras, don
Fernando, hizo una incursión hacia el Oeste, hostilizando a Trujillo y
Montánchez, y a esto se redujo la correría de aquel año, ya que las fuentes no
proporcionan más detalles.
(Fuente
Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres
(Fuente
Publio Hurtados-Castillos)
(Fuente
Orti-Belmonte-Conquistas)
(fuente
biografías)
Agustín
Díaz Fernández
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