BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                              (II)

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra.

En la historia de Cáceres, existen dos momentos, solo dos, en lo que la villa cacerense y todo su territorio destacan, poniendo en evidencia las caracterices propias de su personalidad, realidad que debemos tener en cuenta y mucho, si se quiere afrontar, dejando al margen cualquier sentimiento, si es que se quiere dar cuenta de la actividad desarrollada por el pueblo cacereño, en el acontecer de la historia nacional y mundial.

El primero de estos momentos es el de su fundación y existencia más o menos prolongada que quizá no alcanzara los dos siglos, como colonia Romana, y e segundo que euro e el tiempo otros tres siglos, el de la reconquista e incorporación a la civilización cristiana.

Antes de que ocurrieran estos dos sucesos históricos, Cáceres no existió como poblacion, y su territorio, toda la penillanura comprendida entre las sierras que limitan la cuenca del rio Tajo, desde el rio Tiétar hasta el rio Seber, aparece pues, como algo impersonal, sin características propias, con grandes lasop en el tiempo, hasta sin vida. Entre ambos acontecimientos, hay un vacío de cerca de diez siglos, durante los cuales Cáceres y su territorio solo es parajes abandonados, tierra de tránsito, cruzadas por los invasores del Norte también del Sur, sin que nadie se atreviera a poblar, y que tras el siglo XV, toda su existencia se resuelve en un largo periodo de laxitud, que llega casi hasta el hoy en día.

Con estos mimbres buscar en la historia de Cáceres, tiene  una gran dificultad por la falta de continuidad, y porque interrumpida la sucesión de los acontecimientos por cortes prolongados en el tiempo, y sin embargo, Cáceres tiene una personalidad nacida de su misma soledad, y de su aislamiento, y que pese a lo cual, tuvo una misión histórica que cumplir, tanto dentro de sí misma como dentro de la patria común, y aun enviando la energía, la inteligencia y el valor de sus hombres sobre el Nuevo Mundo.

En su momento histórico, la poblacion cacerense y la de su territorio con actuaciones personales y autónomas, influyendo en los acontecimientos históricos generales, poniendo de manifiesto los caracteres de su originalidad, Cáceres fue, un rincón de España, y los siendo, tal vez por fortuna, tal vez por desgracia, más ignorado por todo que olvidado de todo, cuestión que parece maravillosa que en estas circunstancias, no fueran obstáculos para que hidalgamente realizara su misión histórica, volviéndose a replegarse sobre si misma, sin rencores de olvido, ingratitudes, y vuelta al olvido una vez cumplido con su deber.

(Fuente Antonio Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

 

Lo que llamamos Cáceres, lo que compone el territorio entre las dos tierras que dividen el rio Tajo, en su curso, aparece como espacio de confluencia de tes de los pueblos que habitaron el norte de la península, ofreciendo al mismo tiempo una casi segura despoblación de toda la parte central, se sabe que las montañas de Gredos y Gata, habitaban los Vetones, que llegaban por el norte hasta los márgenes del rio Duero y alcanzando por el sur hasta el rio Tajo, pero según parece no pasaron este rio al no ser por algunos ligares aislados, teniendo como lugar donde vivir en el de Eberobríga, lugar situada en el siglo IV a.c. en las proximidades del hoy pueblo de Talaván.

Los Celtici, se asentaron en el Suroeste de la península, ocupando el Algarbe y el Alentejo Portugués, extendiéndose hacia el Este hasta Segeda, localizado muy cerca d la actual Zafra, y contributa Julia, hoy fuente de Cantos, aunque apenas existen localizaciones de ciudades, se considera con más o menos reserva, como territorio celtico, toda la vertiente norte del rio Guadiana, pero según nos cuenta don Antonio Floriano, no parece que cruzaran el rio Tajo.

El centro de operaciones de los Lusitanos, se encontraban en las boscosidades de la sierra de la Estrella, (Monte Herminius) que llegaban hasta el rio Duero por el Norte, por el Sur Caurium (Coria), Rusticiana (Galisteo) y Tumulus (Alconetar) componían las avanzadas de los Lusitanos hacia el país de los Vetones, sus aliados, sin conocerse emplazamientos ni localizaciones lusitanas en el territorio cacerense con anterioridad a la
Época Romana, pero sin embargo estas tribus fueron las que ejercieron mayor influencia, quedo demostrado con el hecho de que la romanización de toda la comarca, fuera considerada como parte de la Lusitania.

Cáceres, lo que hoy conocemos como tal, aparece como tierra de nadie, sometida a las influencias alternativas de estos tres pueblos, sin que predominaran ninguno, cierto es, que se acusaba una relación más estrecha con el pueblo Lusitano, por ser estos de los tres, los más tuvieron mayor expansión del territorio hacia el Sur el Oeste, y que de esta relación se verían claras muestras durante la romanización.

Más al ser Cáceres país interior, también llegaron hasta ella noticias de las primeras colonizaciones, estas noticias fueron testimonio del comercio Fenicio, procedentes del litoral, casi seguro que de Gades (Cádiz) y que ya por codicia, temor al robo o por alguna que otra circunstancia fortuita o no, fueron enterradas en el suelo cacerense, tal testimonio se encontró en el tesoro de Aliseda, por ejemplo, descubierto en un teja de las proximidades de esa localidad, descubrimiento que sucedió en el año de 1920, y que estaba compuesto por piezas de oro, en su mayor parte adornos femeninos, de una extraordinaria belleza y calidad, anillos, brazaletes, aros collares, un plato de oro liso, un gran brasero de plata y un cinturón, una diadema y dos arracadas de oro, labrados con motivos vegetales y de animales de forma primorosa., todas estas joyas, salvo la diadema que al parecer es trabajo indígena, tiene su procedencia de Oriente, egipcia, fenecía o del pueblo cartaginés, datadas del siglo VII a.c. y que dan noticias de un tráfico comercial fenicia a través del pueblo de los celti, y que sin duda continuaba por el interior camino de las comarcas del Noroccidental peninsular.

Toma de contacto con Roma.

La romanización de la península fue un proceso histórico, que tardo en llevarse a cabo cerca de dos siglos, El principio fue con la llegada de Escipión a Ampurias en el año 218 a.c. y el fin lo tuvo entre el 25 y el 19, al ser sometido por el emperador Augusto los últimos pueblos que gozaban de independencia, estos los Cántabros y Astures, doscientos años de guerras y conquistas, que además de tratar de desalojar al pueblo  cartagineses, el romano tuvo que luchar con las tribus indígenas que como era lógico defendían su independencia, y por ultimo decidir sus luchas internas, haciendo de la península el escenario de guerras civiles. 

Así las cosas, la conquista hubo de llevarse paso a paso, con mucha lentitud, con avances unos días, y otros de retroceso en casi la misma proporción, hasta que una vez fijado un limite más o menos teórico entre la España libre y la España sometida, en el año 197 a.c., fue dividida en dos provincias, siendo más que provincias, núcleos de ocupación militar, a la primera de estas provincia se la denominó la España Citerior, que comprendía desde el Valle del Ebro hasta Almería, la segunda se denominó la España Ulterior, que se extendía por la totalidad de la región Bética.

Parece que los romanos no se alejaban demasiado de la costa, durante estas primeras expediciones, hasta que en el 195 a.c., Marcia Porcio Catón llega a España, y a través de la política unas veces, otras a través de la espada, pacifica las rebeliones del Nordeste, somete a los Turdetanos en la España Ulterior, y como castigo a los Celtiberos por el auxilio que le prestaban, se dirige al centro de la Península, sitiando a Sigüenza, tenemos entonces que es Catón, el primer romano que pisa la meseta, quedaban entonces toda la parte Norte y la Occidental aun por conquistar, siendo desde allí donde partían las incursiones indígenas que tanto inquietaban al inestable dominio romano en la parte ya conquistada, a esta instabilidad también contribuían, la torpeza, la crueldad y la avaricia de casi todos los pretores romanos, que solían malograr todo lo conseguido por la política de los gobernadores inteligentes, Cató, Tiberio Sempronio Graco, hasta llegar a provocar la gran revolución Lusitana, lo que da pie a al primer contacto de las legiones romanas con el suelo cacerense.

Llegan Los Romanos 

 Cronica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra                         

La romanización de la península fue un proceso histórico que tardo en cristalizar dos siglos, el comienzo fue con la llega de Escipión a Ampurias en el año 218 a.c. y termino entre el 25 y 19, al ser sometidos por Augusto los últimos pueblos independientes, los Cántabros y los astures, durante estos doscientos años fueron de guerras  y conquistas, además de desalojar al cartaginés, tuvieron los romanos que vérselas con las tribus indígenas que defendían  su independencia y encima dirimir sus propias contiendas ,haciendo de nuestro territorio un inmenso teatro de luchas civiles.

 

La conquista teniendo en cuanta todas las piezas del tablero de operaciones, tuvo que llevarse a cabo a paso a paso, despacito, con frecuentes avances y no pocos retrocesos, hasta que fijado limite en el año 197 a.c. entre la España libre y la España sometida, fue esta dividida en dos provincias, que más que provincias, eran núcleos de ocupación militar, a la primera se la denominó la Hispania Citerior, y comprendía desde el Valle del Ebro, hasta Almería, y la segunda la llamaron la Hispania Ulterior que se expandía por toda la región Bética . 

Los romanos, no osaban alejarse mucho de la costa durante las primeras expediciones, hasta que en el año 195 a.c. Marco Porcio Catón llega a España, el cual valiéndose por medios de las armas otras por la astucia de su diplomacia , pacifica las rebeliones del Nordeste, somete a los Turdetanos de la Ulterior , y castiga a los celtiberos que prestaban auxilio a las rebeliones meridionales, se dirige al centro de la península, poniendo sitio a Sigüenza, por lo tanto Catón es el primer romano que pisa la meseta. Queda  aún por conquistar, toda la parte Norte y la parte Occidental, y precisamente de allí era de donde salían las incursiones indígenas, que hacían inestable el dominio romano en lo ya conquistado, contribuían a esta inestabilidad, por una parte, por otra, la torpeza y la avaricia junto con la  crueldad de algunos de los Pretores  (magistrado romano) que malograban los progresos alcanzados por la acción política de los gobernantes inteligentes, como Catón y más tarde Tiberio Sempronio Graco, hasta provocar la gran rebelión Lusitana, que señalan el primer contacto de las legiones romanas con el suelo de Cáceres.

 

La toma de contacto inicial de esta lucha la más sangrienta de cuantas tuvieron que sostener los romanos en España, se produjeron entre 155 y 152 a.c. Aliados los Lusitanos con los Vetones, descendiendo aquellos desde la sierra de la Estrella (Portugal) y los Vetones de las sierras de Gredos, concentrándose todos entre los ríos Tajo y Guadiana, y parapetados tras las sierras meridionales de Cáceres (sierra de San Pedro) formando en la penillanura un amplio reducto por el que partían para realizar audaces correrías por todo el territorio ya sometido por los romanos , causo esto gran inquietud en Roma, lo que hubo que acentuarse con el levantamiento en el año 152 a.c., de los pueblos de la Celtiberia, el senado romano se vio obligado a decretar una campaña a fondo contra la Lusitania , la cual daba pie ineludible a la ocupación de la penillanura y la limpieza cuidados de las sierras divisorias. Dos pretores de triste notoriedad en la historia, Lúculo y Galba, fueron los encargados de sofocar la rebelión.

Lúculo vino a España, a enriquecerse a costa de los españoles, sin reparar en medios ni en las formas, y Galba, de una avaricia análoga a su colega, unía una deslealtad y traición y una fría crueldad, que se han hecho proverbiales, Conocida por los historiadores, Suetonio, Valerio Máximo y Appiano Alejandrino, la traición perpetrada por Galba, treinta mil españoles fueron engañados con promesas de paz y amistad y a los que rodeo con su ejército, c cuando los tuvo desunidos y desarmados acuchillando a nueve mil de ellos y transportando a más de veinte mil a las Galias, donde fueron vendidos como esclavos ,algunos consiguieron escapar de la tremenda degollina, huyendo al Norte para esconderse en sus refugios de Mons Herminius ( Portugal) donde se prepararon para la  venganza

.Uno de estos Fugitivos fue Viriato


(fuente Antonio Floriano Cumbreño-Historia)


Agustín Díaz Fernández 

Comentarios

Entradas populares de este blog