BREVE HISTORIA DE CÁCERES

                                             XIX

Y llegaron los árabes II

Crónica desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra.

En el capítulo anterior:

corría el años de 834, y el Emir  hizo un movimiento sorpresa y con rapidez, se lanzó sobre Mérida, desbaratando las partidas rebeldes, estos se dispersaron sin orden, el bereber, se refugió en Badajoz y el muladí penetró en territorio cacerense amparándose en las sierras, hasta legar a Santa Cruz, haciéndose fuerte en esta plaza,, el Emir, emprendió una operación de limpieza por el Norte, hasta llegar a orillas del rio Tajo, cayendo después sobre el reducto del muladí al que derrotó sin tregua ni cuartel, persiguiéndole en la huida, hasta alcanzarle y darle muerte.

Pero las tropas Omeyas no se atrevieron, a permanecer en la región que acaban de batir, seguían por las sierras las partidas dispersas, haciendo dificultoso en extremo el avituallamiento regular de las tropas, en esta tesitura decidieron la retirada al Sur de la marca, quedando está a merced del que quisiera ocuparla.

Se registra por entonces una correría de Orduño I de Asturias, por esta parte de la frontera, estamos en el año de 854, llegando después de vencer a Musa Ben Qasi en la batalla de Albaida, hasta el Sur de la Sierra de Gata, y sorprendiendo a Coria tomándola al asalto, tras apoderarse de un botín de mucha cuantía y potosí, regresa a su tierra llevándose como prisionero a su gobernador Zeith.*

*Existe una crónica, según nos cuenta don Antonio Floriano, que atribuye a este Caíd de Coria, 2al que se le atribuye y por este tiempo, asedio y rendición de Cáceres por hambre, hecho este totalmente falso, en la época que se le atribuye la villa cacerense, todavía no existía. *

Viendo el panorama, el único que fue capaz de aprovecharse de la confusa situación creada por los rebeldes en el mundo musulmán, fue Alfonso III de Asturias, (866-911) desde los primeros años de su reinado, este monarca observaba las sucesivas desavenencias que se sucedían en el seno del Emirato y en los límites de la marca Occidental, su pensamiento lo tenía puesto en Mérida, en la espera de que ya los berberiscos o ya los muladíes, le propiciaran la ocasión para intervenir. Y le ocasión se presentó al segundo año del reinado de Abd Al-Rahman Ben Marwan, más conocido por el sobrenombre Ibn Al-Chilliqui, (el Hijo del Gallego) se alzó contra la autoridad del emir Mohamed I, Ben Marwan en el año de 868, Marwan pertenecía a una familia de muladíes oriunda del Norte de Portugal, y que desde hacía mucho se estableció en Mérida, su padre, Marwan fue gobernador de esta ciudad y fue asesinado en la rebelión de Sulayman del año de 828.

No era un aventurero el rebelde como en otras ocasiones, ni tampoco un fanático, si no un hombre de temple, y dotado de gran capacidad organizadora, además de simpatía y atractivo personal que le habían hecho ganar muchos partidarios, y no solo en Mérida, sino en toda la Marca Inferior, además contaba con amistades de fuste en la misma corte de los Emires.

Sin grandes dificultades, le venció Mohamed que acudió a combatirle, el Emir se apresuró al tener las primeras noticias de la rebelión, y sorprendió Mérida cunado aún no estaba preparada para la resistencia, y no trato mal al rebelde, lo traslado a Córdoba en unión de toda la familia y los más significados de sus partidarios, intentando apaciguarlo por medios de halagos, pero cierto día, a lo largo de una disputa, Ben Marwan fue gravemente ofendido por el visir Hashim, uno de los favoritos del Emir, y el orgulloso Muladi, marchó de Córdoba sin pensar en otra cosa que tomar venganza.

Retorno a Mérida, pero no atreviéndose  a permanecer allí, bajo la vigilancia del gobernador puesto por el Emir, y reuniendo un pequeño grupo de partidarios se apodero del castillo de Alanje, donde se atrincherándose en él, al punto comenzó a levantar la tierra, y como en tras ocasiones, se les unieron los bereberes, estos merodeaban por la sierra de San Pedro, los muladíes emeritenses y los mozárabes de las poblaciones del sur del Guadiana, como en la otra ocasión vino el Emir a reducirlo, cercándolo en el castillo, y tras dos meses de asedio Ben Marwan, tuvo que rendirse obligado por la sed, y de nuevo Mohamed, se mostró benevolente y autorizo al rebelde a residir en Badajoz, esta no era más que una pequeña aldea, pero llevándose en rehén a un nieto de Marwan, pero a pesar de todo, Ben Marwan, empezó enseguida a fortificar Badajoz, con la idea de mantener viva la insurrección con la idea de tomar venganza en el Visir Haskim.

Sucedió, que recibieron considerable refuerzo los insurgentes, como fue el de Sa’dun Al-Surunbaki, que se habia alzado con un magnífico golpe de gente en el castillo de Monsalud, y el emir no le quedo otra que movilizar de nuevo a su ejército Omeya, decidido a poner fin con la obstinada rebelión, más esta vez, Marwan había dispuesto una resistencia en toda regla, encuadra una numerosa hueste y la adiestra con toda pericia de un viejo militar, y proporciona la asistencia de poderosas ayudas, sabía que era el odiado Hasmin, el designado para mandar el ejercito que habría de combatirle, y quería tener asegurada la venganza, y en estas envía a su aliado Sa´dun a Oviedo, pidiendo refuerzos a Alfonso III, este se los proporciono al punto, y bajaron de las montañas un lúcido ejército de soldados asturianos  hasta Astorga, y desde allí por la Vía romana descienda hasta las Marcas, y se junta en las Sierras del Sur con las tropas de los Muladíes, allí se sitúan en un terreno accidentado, consigue atraer al ejército Omeya, matándole a mucha gente, y ocasionándole una tremenda derrota, quedando el propio Hashim prisionero.

Ben Marwan, sabiendo que la presa era buena para pedir rescate, en reconocimiento al monarca asturiano y en saña de su venganza, lo mandó cautivo a la corte de l monarca Alfonso III, allí ajustó su libertad en la cantidad muy elevada de cien mil dinares de oro, n pudiendo pagarlos de una vez, tuvo que quedar en rehenes a sus dos hermanos y a un sobrino.

Continuo su rebeldía Ben Marwan, convirtiéndose en señor independiente de Badajoz, y al compás de casi toda la ribera del Guadiana, pero sorprendido en el mismo Badajoz, dos años más tarde, fue derrotado con estropicio, teniendo que huir hacia la Marca, viviendo de lo que pudo en el territorio cacerense, hasta que acosado, hubo de buscar acomoda en la corte de su amigo Alfonso III, entonces se dedicó a instigar al monarca cristiano contra el Emir, le presento un proyecto de expedición contra los musulmanes, y lo hizo con tan halagüeñas perspectivas, que el Rey astur, teniendo concertada paces con Mahamed I, en el año de 880 se puso personalmente al frente de los ejércitos y siguiendo la Via Lata, bajó hasta las Sierras del al divisoria septentrional, las cruzó por la parte del Puerto de Béjar, siendo allí detenido por los bereberes de la tribu Nefza, que , en este tiempo eran fieles al Emir, estaban establecidos en el Sur de la vertiente, lucho con ellos, venciéndoles y saqueando sus campamentos después de lo cual, atravesando el rio Tajo por Alconétar, se dirigió a Mérida alcanzando el décimo miliario de la vía romana antes de la ciudad, desde allí se desvió hacia la izquierda, y tras cruzar el rio Guadiana, por Medellín, en el mone Oxiferium , donde tomó contacto con las tropas Omeyas a las que derrotó, dando muerte a quince de sus jefes principales y regresando a Oviedo con un cuantioso botín.

Hasta el reinado de Orduño II, no vuelven los cronistas a encontrar ninguna noticia relativa a expediciones de monarcas cristianos a la parte Occidental de la Marca, este príncipe, siendo todavía rey vasallo de Galicia, en el año de 913, realizó una afortunada incursión por el Alentejo, asediando a la ciudad de Évora, a la que asaltó e incendió, entregándola al saqueo y a la degollina y regresando a Galicia con cuatro mil cautivos, mujeres y niños, y cuatro años más tarde, y siguiendo el mismo camino que los antecesores bajó hasta las riberas del Tajo, objetivo, apoderarse primero de Mérida y de Badajoz después, dándose como preparación preparatoria una vez cruzada la divisoria del rio Guadiana, puso sitio al Castillo de Alanje*

*Esta fortaleza, fue construida por los árabes en os primeros avances, como atalaya de toda la ribera del Guadiana, pues desde ella se dominaba por el Norte la entrada de la Marca, y una my considerable extensión por el Sur, los que la construyeron le dieron el nombre de Kalat Al-Hanash, que más tarde cambió por el nombre Al-Hansh,(la culebra) lo que fue traducido en Castrum Colubri, por las crónicas cristianas*

Lo tomó al asalto, siendo una verdadera hazaña, teniendo en cuenta la situación de la fortaleza, y tras una espantosa degollina en la guarnición, amenazó simultáneamente a Mérida y a Badajoz, Esta última plaza, habia quedado desde el levantamiento del Muladi en el transcurso del reinado anterior,  en manos de la familia Marwan, con casi una total independencia del gobierno de Córdoba, siendo su gobernador un nieto de Ibn al-chilliqui, llamado Abd Allah Ben Muhammad, pero este nieto carecía de la catadura y arrestos de su abuelo, y ante el primer ataque cristiano se acobardó de tal manera, que corrió a pactar con Orduño, quien se avino a la retirada con un cuantioso botín en oro, plata y sedas.

Pero hasta aquí llegamos, ya no se vuelven a tener noticias de la comarca cacerense hasta el reinado de Alfonso VI de León, llamado el Bravo, en un periodo de tiempo, durante el cual hay un silencio en torno al territorio comprendido entre las dos cordilleras, que sin duda quedo despoblado, y sin que llamase la atención de las distintas fuerzas contendientes.

(Fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)

(Fuente Orti Belmonte-Conquistas)





Agustín Díaz Fernández

               

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