BREVE HISTORIA DE CÁCERES
XLV
El
Concejo
Termino
de Cáceres
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Se inicia
el fuero de Cáceres, con la asignación a la villa de un territorio
jurisdiccional, lo que es igual, de un término, que ya habia sido concedida en
la Carta de Población y de ella lo tomaron, pormenorizando su deslinde, para
encabezar con el Código Municipal, como imprescindible a la determinación de su
vigencia.
Fue el término
del territorio cacerense, el resultante de la campaña de reconquista en ambas
vertientes del Tajo comprendidas entre las dos sierras, toda la parte leonesa
al Norte del rio habia quedado en poder de las Ordenes Militares, Castilla
dominaba la Transierra desde las fuentes del Jerte en Tornavacas, hasta la
desembocadura del Tiétar, era de los moros Trujillo, Santa Cruz, Montánchez,
Mérida y Badajoz, y las mismas Ordenes habían pasado por el Oeste la vertiente
Sur, La Orden de alcántara habia fijado sus avanzadas en el Valle del Salor,
con su Encomienda más adelantada hacia las fronteras en Valencia de Alcántara,
en semicírculo desde esta última
posición que subiese hasta tocar el Tajo en Alconétar, para descender después hacia
el Valle del Tamuja, hasta muy cerquita de Trujillo, marcando el límite Norte
del terriotorio ganado a los moros tras la conquista de Cáceres, lo que al
menos en teoría podría asignarse como término de la villa cacerense. Más por el
Oeste las encomiendas alcantarinas se corrieron hasta la ribera del Araya, sin
quedar claro por el sur, hasta donde llegaban los dominios y el alfoz
(territorio que rodea una ciudad y depende de esta) del castillo de
Alburquerque, se dudaba sobre la jurisdicción que en un futuro podría asignarse a Montánchez, con estas
circunstancias el deslinde se hizo a la ligera, con imprecisiones en muchos de
sus tramos y con desorden en la enumeración de los hitos o mojones,
dificultando la identificación, apareciendo así en la primera rubrica.
Se da
inicia a este deslinde, señalando los confines de Montánchez, esto se hizo con
cautela, por cuestiones de política, ya que por el pronto, la línea de
separación de Cáceres y el alfoz de este castillo, ni era necesario, ni tampoco
posible determinarla, oda vez que la fortaleza con todo el territorio
circundante, que comprendía la sierra de Montánchez, más su unión con la de San Pedro, todavía estaban en poder
de los moros, ya se encargaban estos de marcar la separación. Montánchez
pertenecía al área de expansión del reino del Castilla y su recuperación debía
ser negocio castellano, a Alfonso IX le convenia tener clara la delimitación,
para cuando se diese esa contingencia, que parecía inminente, como así fue, con
el fin de evitar nuevas causas de desavenencias con su hijo Fernando III, Y en
esta frontera se establecen dos hitos extremos que son identificables aun hoy,
el inicial y es el que marca todo el deslinde, se sitúa en la Torre de Santa
Maria, y el final se señala en el punto justo donde la Calzada Guinea cruza el
Ayuela (Kilómetro 74 de la actual carretera) la línea de demarcación iba por
los valles, dentro del término de Cáceres, la Atalaya de Ibn Jalis* (Atalaya
Abençales) conocida como Santiago de
Venzaliz, con una gran extensión, que entonces se extendía desde la orilla
derecha del Ayuela hasta la dehesa llamada del Hocino
*la
pertenencia de Abencales, fue una de las
primeras tierras colonizadas al Norte de las Sierras, tambien lo fue en la
época romana como consecuencias de haberse establecido allí la primera mansión
de la Via Lata, despoblada en tiempo de los Visigodos y de la invasión árabe,
vuelve a renacer hacia 1170, en que un morisco Ibn Jalis, reactiva sus cultivos
y eleva allí una torre o atalaya para protegerlos, En el avance posterior a la
reconquista de Cáceres los Caballeros de la Orden de Santiago, creyendo que
estas tierras dependían del alfoz del Castillo de Montánchez, se apoderaron de
la atalaya y de sus pertenecías , de ahí el nombre de Santiago de Vencaliz.
Pero las reivindico Cáceres como parte de su término. *
*Santiago
de Vencaliz, casa-fuerte, se halla construido este edificio en un cerro a un
cuarto de legua del pueblo de Casas de don Antonio, y muy cerca de la Via Lata
o Camino de la Plata, su nombre trasciende del moruno neto, sobre todo el
antiguo que era Atalaya de Aben Kaled, y siempre perteneció al patrimonio de
los Golfines, Condes de Torres Arias.
Publio
Hurtado-Castillos*
Tras el límite
con Montánchez se reseña el lindero meridional, el de las sierras, tambien de
un modo aproximado, tambien esta se hallaban en poder de moros, partiendo del
mojón señalado como termino meridional de Montánchez, el del cruce de la
calzada con el Ayuela, y siguiendo por la Via adelante dirección Sur, hasta
penetrar en a Sierra, yendo a parar a la confluencia del arroyo Alpotreque con
el Botoa, en este tramo se establecen como mojones intermedios, los hitos del
del Arroyo de la Atalaya, que desciende la Sierra de Aliseda, el Casar del
conde don Gonzalo, el sendero de Carmonita y la Angostura de Lácara, más el
limite es impreciso a cauda de la peculiar estructura del terreno, ya que esta
sierra la de San Pedro, no permite trazar una línea definida y claramente
delimitada por cordales continuos, sino que esta constituida por grupos
montañosos fragmentados, a veces de una enorme anchura con abundantes
contrafuertes, lo que imposibilitaban una clara delimitación.
Añadiendo
que en el mismo momento de señalarse y adjudicarse el termino, y precisamente
por el hecho de no estar todavía dominada la Sierra, se debio proceder un poco
de memoria y por informaciones imprecisas de escuchas, adalides y atalayas, sin
poder hacer un adecuado acoplamiento del terreno, Esto es la causa en el
desorden en la enumeración de los hitos y la imprecisión de la línea, lo que
acarrearía cuestiones de limites entre Cáceres y sus colindantes, Montánchez,
Mérida, Badajoz y Alburquerque, y que habrían pasar muchos años antes de quedar
resueltos.
Desde
Botoa, en el punto en que el camino de Badajoz cruzaba este rio, siguiendo la
vertiente de las aguas de Azagala, hasta la confluencia de la Rivera del Araya
con el Salor, corría el límite Sur-Este, colindante con Badajoz, con
Alburquerque, y con las encomiendas meridionales de la Orden de Alcántara, iba
la linde por el puerto y Arroyo Albocar, que desaguaba en el Salor, hasta
Alconétar, no se mencionan hitos intermedios, solo que iba por la mata, es muy
posible al estar muy distanciados los lugares unos de otros que, como en tramos
anteriores fuese por los valles alcanzando el Tajo, tras pasar Garrovillas y
remontando la corriente hasta llegar a Alconétar, siendo este el punto mas al
Norte de todo el lindero.
Casi
imposible es precisar el limite Nordeste, no habiendo identificación de los
topónimos con los que se denominan los hitos, se sabe que corría entre Talaván
y la desembocadura del Tamuja en el Almonte, por allí corría en arroyo Blasco
Muñoz, que tomo el nombre del Mozárabe dueño de una torre ubicada al sur de
Talaván, arroyo que desembocaba en el Almonte, marcando el lindero del
territorio cacerense.
El Limite
Este, arranca en el Tajo y termina en el confín de Montánchez, cerrando el perímetro,
más el deslinde del Fuero, lo determina al revés, partiendo del extremo Sur,
determinado por el hito de la Torre de Zafra, donde toca como parte de
Montánchez, desde allí se dirige al Norte hasta el Castillo de Tamuja que queda
dentro del término de Cáceres, y de allí al Arroyo de Geblanzo
(Gibranzo)siguiendo el curso por los Almadenes, pasando por medio de las
Cabezas de Monroy, y dando el Tajo en el punto de confluencia con el Arroyo de
la Covacha, citando como mojones intermedios, el sendero de don Bermudo y la
Torre de la Greda.
Y así las
cosas, el territorio asignado a la villa cacerense recién conquistada, era de
una gran amplitud, con una extensión superior a las 200.000 hectáreas, lo que
explica que aun hoy a pesar de las mutilaciones sufridas al haberse concedido
concejo propio a pueblos a pueblos nacidos en torno y aun dentro de su
perímetro sea el termino municipal más amplio de España, esta amplitud que en
circunstancias normales hubiera sido la base para facilitar el desarrollo, solo
hizo aumentar las dificultades de la repoblación.
La actual
superficie es de 176,848 hectáreas, 69 áreas y 57 centímetros, equivalentes a
1766 kilómetros cuadrados, habiendo perdido lo que resta hasta los 20.000
hectáreas, con lo que se calcula la asignación inicial, habiéndola perdido por
la creación a su costa de los términos de Arroyo, Malpartida, Aliseda, y el
Casar por el Noroeste y el Norte por una parte de Garrovillas, Santiago del
Campo y Talaván, al sudeste por el enclave de sierra de Fuentes y sus
pertenencias, más los términos de Torremocha, Torreorgaz, Torquemada y Aldea
del Cano, y hacia el sur, por un parte de Mérida, Badajoz y Alburquerque, la
superficie es en total tanta como la de Guipúzcoa o casi.
(Fuentes
Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(fuentes
Publio Hurtado-Castillos)
(Fuentes
Simón Benito Boxoyo-Historias)
(Fuentes
Orti Belmonte-Conquistas)
Agustín
Díaz Fernández
Comentarios
Publicar un comentario