BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
LXXX
Un Paseo
Por la villa Cacerense
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Volviendo la vista, para admirar los palacios, iglesias,
ermitas, plazuelas calles y callejones que componen la villa cacerense,
construcciones intramuros del cercado construido por el romano, tenemos a la
vista un impresionante conjunto medieval, casas fuertes que a partir del siglo
XIV, componen una de las ciudades medievales mejor conservadas de Europa,
Cáceres fuera declarada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Nos encontramos pues en la visita a la Ciudad Medieval, con un impresiónate
museo al aire libre, donde hasta los silencios de sus calles, la tranquilidad
del barrio Judío, dejan un recuerdo de lo que fue, lo que es, y lo que puede
llegar a ser, Cáceres ciudad eterna s dos pasos de ti.
Vamos a adentrarnos por la ciudad murada, y contamos que en
su oigen, eran tantas las torres defensivas sobre las murallas, que pasaban su
numero de treinta, y que las puertas de la villa, aglomeraba hasta trtes y
cuatro de estas torre, la Puerta de Merida, contaba hasta de cuatro torres para
su defensa, una, la que hoy es el numero 1 de la Plazuela de Santa Clara, otra
sobre lo que es hopy el numero 12 de la calle Pueerta de Mérida, otra esta
albarrana, y cuyo sillares se encuentra bajo la casa del numero 6 de la
plazuela de Santa Clara, y la cuarta, frente al portado de la muralla, en la
hoy casa de la familia Sanchez Paredes.
Quias fuera por estas cosas y otras más, el Obipos de Tuy, el
pater Lucas, al citar la villa la nombra como “Oppidum Fortissimun Barbarorum”.
De estas torres, ya desaparecierion muchas, otras se
camuflaron entre las casas e incluso se adaptaron como viviendas. Más aun
quedan algunas para dar testimonio, elevadas a traves de los siglos, recordando
la fortalenza de este antiquisimo solar como las denominadas:
La de los Pulpitos, torre cristiana del siglo XV, contruida
para proteger y vigilar la Puerta Nueva.
O como las del Horno y de la “Yerba” árabes estas de planta
cuadrada sobre sillares romanos y construidas en tapial, torres albarranas del
siglo XII, y que entre las cuales, en el llamado Atrio del Corregidor, tenia
lugar las juntas del Concejo de gobierno
de la villa, hoy se llama Foro de los Balbos.
La Torre Redonda, la Torre Mochada, la de los Pozos o del
Gitano, la Torre Coraja, la Torre del Aire, la Torre del Rey, la Torre Buraca,
la torre de Bujaco.
Torre de Bujaco, de construcción árabe, torre defensiva muy
lucida y enorme, que se eleva en el lienzo Sur de la Plaza Mayor de la villa,
adosada a la muralla que circunda el recinto murado por el romano, siendo una
de las torres avanzadas o albarranas, de planta cuadrada del siglo XII y con
almenas, construida sobre sillares romanos. Entre las almenas de esta torre se
construyó a principios del siglo XIX, un templete e ladrillo y cal, y
enjabelgado, que dio cobijo a una estatua de marmol de la “Diosa Ceres”
encontada en los campos que riega el Salor, esta estatua se emplazó en
principio en el Atrio del corregidor, hoy Foro de los Balbos, donde permanecio
hasta 1820, el templete con la diosa Ceres entre las almenas de la torre,
estuvo hasta el año de 1962.
TORRE DE BUJACO, TORRE NUEVA, TORRE DEL RELOJ
Torre defensiva, árabe del siglo XII, construida en mampostería sobre
sillares romanos, su planta es cuadrada 10,83 X 10,20 y albarrana, con una
altura de 25 metros, tiene dos matacanes laterales y uno frontal de 2,85 metros
sobre cinco ménsulones, rematada con almenas, el balconcillo del frontal es de
estilo renacentista añadido en el siglo XVII. Al ser conquistada Hins Qazrix al
moro, por Fernando II de León en 1170, Pedro Fernández Hurtado, pariente del
monarca a la sazón, estableció para la defensa de la villa, la congregación de,
instituto de Feyres-milites, que más tarde fue denominada como los caballeros
del Sr. Santiago. Y que en un principio se llamarían Señores de Cáceres, y
Fratres de Cáceres por ser esta ciudad la primera de la que tomaron posesión, o
Caballeros de la Espada.
El nombre de Bujaco, por corrupción del nombre del califa Abu-Ya’Qub
Umar, cuyas tropas al mando de uno de su lugartenientes Sayyid Abu Hafs Umar,
conquistaron la ciudad al cristiano en 1.173, y tras seis meses de asedio ,
reducidos los defensores al interior de esta torre como último baluarte y
sucumbiendo antes la superioridad numérica de atacantes, daba la bravura
mostrada en la defensa de la villa, el moro mando tocar a degüello a los
últimos resistentes entre ellos a 40 caballeros de la orden de los Fratres que
aún quedaban con vida , era “el 10 de Marzo de 1.173”.
Algunos historiadores creen que esta fecha no es exacta, es más es
errónea en un año de diferencia , toda vez que Abu-Ya’Qub y el soberano de
Castilla Fernando II rompieron los tratados de tregua a principios del verano
de 1.173, se sabe por los cronistas árabes que Sayyid Abu Hafs Umar, salió de
Sevilla a principios de septiembre de 1.173 y que de paso por Badajoz y Mérida
fue reclutando tropa , y que a últimos de Octubre o primeros de Noviembre, fue
cuando sitio Cáceres , y efectivamente el día 10 de Marzo tomaron la ciudad al
asalto pero en 1.174.
Tampoco está claro que esta torre fuera la de la degollina de los
caballeros de la espada o freires de Cáceres, algún historiador sitúa esta
acción en la Atalaya o torre redonda que hoy vemos adosada como torre del
homenaje en el palacio de Carvajal
El nombre de Bujaco tampoco está suficientemente claro, ya vimos que
pudiera venir de la corrupción del califa árabe Abu-Ya’Qub, algunos creen que
es el correspondiente a otra torre desaparecida ya, y que estaba en la esquina
N.O de la cerca amurallada, muy cerquita de la actual torre de Bujaco, y que
llevaba por nombre torre Buraca, Bujaca o de la Basura.
Estuvo esta torre varias veces amenazada de demolición, una a finales del
siglo XVIII, cuando se establece en Cáceres la sede de la real audiencia de
Extremadura, estamos en 1.790 para
adecuar el edificio que la albergara , se somete a una profunda remodelación el
edificio donde estaba el Hospital de la Piedad , edificio que se adecua como
sede, y que para conseguir los
materiales necesarios se propuso al ayuntamiento, por el primer regente D.
Antonio Mon y Velarde, el derribo de la imponente torre de Bujaco, a cambio de
trasladar el reloj que esta torre tenía
a la Iglesia de San Mateo sin coste ninguno para la villa, que
entre1.672 y 1791 estuvo presidiendo la torre.
Otra vez que quisieron derribar la torre fue en 1.842, y con motivo de
unas obras de remodelación de la plaza mayor, se pretendió enajenar el solar de
la torre, a fin de que sobre él se levanta una edificación de casas de
habitación.
En 1.820 se derribó el matacán de su parte frontal y se apaño un templete
rematado en arco de medio punto que fue asiento de una estatua romana que se le
viene atribuyendo como diosa Ceres, en 1963 se devolvía a la torre su antigua
presencia, derribando el templete, y reconstruyendo el matacán, Destacan en el
conjunto, la tribuna entre cuatro ménsulones, denominado balcón de los Fueros.
En 1962, la estatua de la diosa Ceres es bajada y colocada en el
atrio del ayuntamiento, bajo uno de los soportales, hasta que se traslada al
museo provincial sito en la Casa de las Veletas. Genio andrógino es
una estatua romana que data del siglo I y que en la actualidad forma parte
de la colección permanente del Museo Arqueológico Provincial de la villa
cacerense Conocida popularmente como la diosa Ceres, representa una figura
humana con los pliegues de sus vestidos muy pronunciados y que sujeta en su mano
izquierda el Cuerno de la Abundancia.
Una copia de la misma estuvo situada
entre 1820 y 1962 en la Torre de Bujaco en
la Plaza Mayor. Una de las hipótesis que se barajan sobre el origen del
nombre de la torre es precisamente que los cacereños utilizaban el término Bujaco (muñeco de paja) para
referirse a la estatua del genio andrógino.
En el siglo XVI el canónigo y beneficiado de Ledesma Gaspar de Castro, en
su paso por Cáceres se refiere a ella como la “diosa Fortuna”. Pero muchos de
los escritores posteriores como Solano de Figueroa o Rodríguez de Molina,
siguieron identificándola erróneamente como la “diosa Ceres”, quizás tal
equivocación de Lucio Marinero Sículo, fue debida a sus orígenes. Lucio era
oriundo de Sicilia en donde la diosa Ceres fue antaño patrona, y se la
representaba habitualmente en una estatua sedente de una bella mujer, de
cabellos largos, portando en su mano derecha un haz de espigas de trigo, y en
la mano izquierda una antorcha. Y aquella estatua cacereña, con un manojo de
espigas en la mano derecha y una cornucopia o cuerno de la abundancia en la
izquierda, se le asemejaba, y junto con el nombre dado a la villa debió influir
a la hora de identificarla.
Ya en el siglo XVIII, Antonio Ponz, hablan de ella como una
representación de la abundancia o la Paz, pero para el pueblo llano cacereño
era conocida popularmente como la “Santa de la Plaza”, En época del cronista
cacereño Simón Benito Boxoyo, quien la sigue identificando como la “diosa
Ceres”, la estatua aún permanecía en atrio del Corregidor.
En el año 1819, Vicente Palomar, dueño de una empresa de carretas que
cubría la ruta de Cáceres a Sevilla, obtuvo la concesión por parte del
ayuntamiento, para construir una serie de almacenes para guardar sus mercancías
en la zona del atrio del Corregidor, a cambio de fabricar por su cuenta un
templete sobre la Torre del Reloj, “torre de Bujaco” donde debía colocarse la
estatua de la diosa Ceres. Un año más tarde la “diosa Ceres” desde un templete
de ladrillos vigilaba y protegía a los cacereños desde lo alto de la torre más
significativa de la villa. Otros estudiosos se fijan en la misteriosa estatua,
uno de ellos, el arqueólogo José Ramón Mélida, quien lanza una nueva idea, la
diosa Ceres es un genio andrógino de la colonia, teoría que también apoya Carlos
Callejo.
Tiene esta plaza una cuadrada torre de mucha extensión y elevación, sobre
ella estaba colocado el reloj de la villa, cuya campana pesa 86 arrobas,
fabricada en 1672; pero este se trasladó a la iglesia parroquial de San Mateo
en 1791. Esta torre se concedió al ilustrísimo señor don García de Galarza,
obispo de Coria, habiéndola pedido para hacer pasadizo desde su palacio, en 28
de junio de 1583, y que el reloj se pasase a la torre que esta contigua a la
real cárcel de la villa, pero parece no tuvo efecto.
Al pie de esta torre había una gradería, rematando en forma de teatro (se
deshizo en 1788), su alto tres varas; en su medio y plano, arrimado a la torre,
había un semicírculo de cantería muy bien labrada y a sus lados dos poyos de la
misma piedra, capaces cada uno de cuatro personas.
Quieren algunos sirviese este sitio en lo antiguo de publica audiencia,
en que se oían y sentenciaban causas. La pared, hasta la altura de cinco varas
y todo el ancho que ocupaba la gradería, estaba adornado de pincel, cuyas
figuras ya no se distinguen. En esta fachada de torre, a su siniestro lado y
tercio de su altura, hay un arco rebajado con bastante fondo, sobre él, dos
canes de cantería y señales de que sostenían tejado, debajo, una tribuna con
antepecho y, en su medio, un escudo de armas partido en cuatro cuarteles
idénticas con las que se ven en un sepulcro labrado en la parroquia de Santa
Maria, La tribuna está fundada sobre cuatro car.es de cantería bien labrados y
ejecutada con notable valentía por lo mucho que avanzan, en la moldura y faja
del antepecho se conoce habia letras hoy se descubren pocas por haberse
deshecho y no se pueden leer, el arco parece estaba pintado y no falta quien
diga era capilla publica con capellán dotada, a la tribuna se entra por el
portal de la iglesia de nuestra Señora de la Paz.
Esta curiosa descripción de la
plaza, ofrece una perspectiva muy diferente de la actual, si bien los
soportales, salvo los desaparecidos bancos, no difieren mucho, continuando en
ellos el cuadro de la Virgen de la Paz, sin que se reúna allí el Concejo, que
ya no tiene propiedades territoriales de las que vender los productos.
Curioso es
también el proyecto de dividir en dos la plaza, de la que desaparecieron los
puestos de venta, al construirse el Mercado, antes hubo un pequeño Mercadillo,
en 1931.
(Noticias
de Cáceres-Simón Benito Boxoyo 1794)
Estudios
recientes como el del catedrático de arqueología Enrique Cerrillo Martín de
Cáceres han revelado que la misteriosa escultura, representa a un varón anónimo
con toga sacerdotal cubriéndose la cabeza de la época Julio-Claudia.
(Fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuentes Carlos Callejo)
(Fuente Simón Benito Boxoyo)
(Fuentes Publio Hurtado-Castillos)
(Fuentes Cerrillo Martin de Cáceres)
Agustín Díaz Fernández


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