BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
LXXXI
Un paseo
por la Villa Cacerense
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Palacio
de las Veletas, ubicado donde estuvo el alcázar árabe, Al Kazar, palacio
fortificado, casa fuerte, en una ciudad que fuera un lugar fortificado, como
refugio y descanso o desde donde partían hacia
las correrías por la marca, quizás fuera dependiente del Waliato de
Mérida, donde un Kaib o alcalde era la máxima autoridad, y que tenía su morada
en el alcázar, y según las crónicas debía de ser de gran amplitud, ya que el
recinto ocupaba toda la plazuela de las Veletas, y todos los edificios que la
componen, ya que estos se construyeron sobre las ruinas del palacio. La edificación
del Alcázar, debio empezar a realizarse sobre el siglo X-XI, según algunos
estudiosos de los restos que aún se conservan.
Cuando
tras de la conquista de la villa cacerense, don Alfonso IX de León y Galicia,
se reservó el Alcázar para él, y concedió la alcaidía a Pedro Fernández de
Saavedra, uno de sus más esforzados capitanes.
Sucedió
que de la familia Saavedra la alcaidía paso a manos de los Giles, prestigiosa
familia y parientes del monarca conquistador, y cuyos sucesores fueron
inmolados en el año de 1367, en el propio Alcázar, en tiempos y por mandato del
Rey Pedro I “El Cruel”, por no haberle entregado la fortaleza en cumplimento
del juramento prestado.
En la
Iglesia de San Mateo, nos cuenta el cronista que durante varios siglos figuró
una lápida mortuoria con la inscripción:
“Esta es
la Casa de los Giles”
Sobre la
que toda la semana, la iglesia rezaba en honor de los ajusticiados.
Cien años
después el alcázar fue derribado en tiempos de Enrique IV, cuando mantenía la
disputa por el trono con su hermano el Infante don Alonso, en la ocasión que se
habían apoderado de la villa y fortaleza, los defensores de la causa del
Infante, al que aclamaron Rey en Ávila, los partidarios del Rey fueron los
causantes de este estropicio, bajo las órdenes de un Rey que apenas se daba
cuenta de sus acciones y de lo que con el hacían. Más el propio Rey Enrique IV,
y ya en sus posteros años de reinado, concedió licencias para edificar sus
casas en el solar de la derribada fortaleza, y que se utilizase los materiales
de la misma a su partidario don Diego Gómez de Torres, señor de la dehesa y
castillo de los Mogollones, este fue el que edifico la llamada Casa de las
Veletas, por tener muchas de estas en sus muros, hoy ya no tiene ninguna de
estas veletas.
En la
carta de concesión se salvó, el derecho que tenía el vecindario de surtirse del
agua que tenía el aljibe, perteneciente al derruido alcázar, servidumbre de la
que se hacía por un grifo que para estos efectos tenía en el portal de la casa.
Más tarde
Lorenzo de Ulloa, reparo el edificio, y ya en el siglo XVIII, otro sucesor don
José de Quiñones, lo volvió a reformar dejándolo con la apariencia que los
podemos ver hoy en día, andando el tiempo esta llegó a poder de la casa Ducal
de Fernán Núñez.
Nos sigue
contando el cronista que el lado Sureste, adosada a loa muralla existió en el
siglo XIII una iglesia denominada de la Magdalena y que deprecio durante el
siglo XV.
“Los
Maestres, Comendadores y Caballeros de la Orden de Alcántara, tenían mucha
afición a morar en Cáceres, aunque esta villa quedara fuera de la influencia de
su la Orden, y aquí casaban a sus sobrinos y deudos con las ricas hembras de
las familias linajudas cacereñas, lo que origino que a finales del siglo XIII,
1295-1298, el Maestre de la Orden, don Fernando Pérez Gallego fundó esta
iglesia adosada al alcázar, donde se confirió habito a algún que otro caballero
y se llego a elegir a algún Maestre como don Gonzalo Martines de Oviedo en el
año de 1335”.
*La casa
que fue alcázar de moros en la plazuela de San Mateo, está fundada sobre
aljibes de agua y fuertes cañones de bóveda sostenido
de pilares. A un costado de la casa hay una escalera de piedra,
por la que el vecindario tomaba sus aguas p o r una llave de bronce, que
hoy existe, bien que esta tapiada la entrada por la escalera. Con esta
servidumbre concedió el rey don Enrique IV a Diego Gómez de Torres y Alfon
de orres la merced de edificar casa de habitación en el
sitio de los aljibes, alcázar viejo, que de orden del infante don
Alonso, proclamado rey, fue demolido; y confirmaron los
Reyes Catolicos en Sevilla, 24 de septiembre de 1477, habiendo de dejar libre
el uso del agua a los vecinos en tiempo de necesidad. Descubrense
los aljibes por varias piezas de la casa y reciben agua por cerca de la
puerta principal, cuyo recipiente tapan, cuando se llenan las arcas.
Reedifico la casa
don
Joaquín Jorge de Quiñones Cáceres y Aldama, formando
nuevo patio y oficinas.
(Noticas Históricas de la villa de
Cáceres-Simón Benito Boxoyo)*
Solar de
don Diego de Cáceres de Ovando, Casa y Torre de las Cigüeñas.
Esta casa
es el efecto de las continuas reyertas que entre unos y otros mantenían
constantemente los malavenidos nobles de la villa cacerense, en el transcurso
del siglo XV, fue tan grave la cosa, que obligaron a la reina Isabel la
Católica a intervenir en 1447 y venir a Cáceres a poner paz entre los vecinos,
y organizando con sus ordenanzas el buen gobierno de la villa, ordenó que sus
dueños derribasen aquellas torres del homenaje de sus casas, dejándolas a nivel
de los tejados para que no se peleasen, y que tapasen sus saeteras y troneras,
y que las que se estuviesen construyendo, no se elevasen por encima de las
techumbres de los edificios, más hizo la Católica Reina, una excepción, la casa de su servidor, paladín y Capitán don Diego de Cáceres y
Ovando, para que este edificase su morada sobre las ruinas del Alcázar, y con
su correspondiente torre del Homenaje.
Fue Casa
solariega, de la rama de primitiva de los Ovando, Marqueses del Reino.
Torre de
Sande o de los Plata.
Que a si
se nombra una de las mejores conservadas y más lúcidas torres del homenaje de
las de la villa, situada dentro del
corral de los Condes de Adanero. imponente
la Torre de Sande, con su impresionante matacán y sus muros cubiertos de
yedra.
Es una
hermosísima torre gótica del siglo XIV, imponente la Torre de Sande, desmochada por orden de
los Reyes Católicos como otras muchas de la villa. Es destacable su imponente
matacán sustentado por nueve ménsulones en contraste con la gracilidad de la
ventana gótica con columna geminada de su parte inferior
la Torre de Sande, que toma el nombre de la familia que la
construyó. Durante tiempo (y aún pervive el error) se la denominó Torre de los
Plata. Cierto es que una familia de tal apellido existió en Cáceres, pero, en
ningún caso, tuvo ningún tipo de vinculación con este solar de los Señores de
Valhondo, como atestiguan los bellísimos escudos de Sande y Ulloa en alabastro,
enmarcados en cantería. El de Sande es especialmente bello, orlado con
jarretera, cordón y borlón, y su águila se encuentra contornada, con el cuello
girado hacia las armas de Ulloa, en signo y señal de cortesía, porque, a una
dama no debe darse la espalda. Son las armas de los fundadores, Juan de Sande,
Señor de Valhondo y Teresa Álvarez de Ulloa, su mujer. Caballeroso debió ser el
de Valhondo ante tan cortés gesto, habitual en otras heráldicas, pero no de la
cacereña.
Casa del Comendador de Alcuescar.
Esplendida casa Fuerte, morada de la familia Ulloa, Marqueses de
Torreorgaz, situada en la calle Ancha, tiene la fachada de estilo renacentista,
con una torre del homenaje de gran altura y de planta cuadrada, y que según
parece esta es la parte más antigua del palacio, con reminiscencias mudéjares y
góticas, tiene escudos de armas de los Ulloa, Valverde y Espadero, familias de
muchas riquezas y nobleza, y que por entronques aumentaron la fortuna y el
patrimonio de los Ulloa.
Tiene el nombre de Casa del comendador, porque el que la
edificó, en su construcción original, en el transcurso del siglo XIV era el
comendador de Alcuescar, dentro de la Orden de Santiago, y que fue uno de los
muchos caballeros cacerenses, que batallando por la causa de la Reina doña
Beatriz de Portugal casada con el Rey Juan I de Castilla, pereció en la batalla
de Aljubarrota año de 1385.
Perteneció a Teresa González Espadero, este linaje, el de
Espadero fue quien ordenó su construcción, donde el esposo de esta, y
comendador de Alcuescar, Sancho Sánchez de Ulloa, estableció la casa de los
Ulloa.
(Fuentes Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuente Publio Hurtado-Castillos)
(Fuente Simón Benito Boxoyo-Noticias)
Agustin Díaz Fernández

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