BREVE HISTORIA DE CÁCERES
LXXXVII
Un paseo por la Villa
Cacerense VII
Torre de Espaderos.
Torre jurandera, así dice el cronista
que ha visto escrito su nombre, pero sin mas datos, ubicada en la esquina de la calle Tiendas con
la plazuela del Socorro, y frente a la Puerta de Coria, de la casa a la que
perteneció solo queda esta esplendida torre del homenaje, construida en
granito, tiene un amplio matacán corrido por canes volados, ventanas gemelas de
arcos en herraduras, con mainel de mármol bajo arrabaá.
Desde que se fundó a principios del
siglo XIV, perteneció al linaje de los Cáceres, señores de Espadero, y que
acabando el siglo XVIII, se incorporó a la casa de Fernán Núñez, y que
enajenada esta gran casa, vino a parar tras ventas y ventas al abogado Joaquín
Muñoz Chaves, del que pasó en herencia a sus hijos Juan y Fernando Muñoz.
De estilo
Castellano-Mudéjar del siglo XIV-XV, de planta cuadrada fabrica en mampostería
y sillares en los ángulos, en un Angulo, un impresionante matacán de balcón
corrido sobre nueve grandes ménsulas, junto a él se abre una ventana gemela de
arcos en herradura en arrabá (recuadro del arco árabe), con mainel de mármol
y una moldura por capitel, otra ventana
se observa en el lienzo su, y otras dos muy pequeñas en arco de medio punto. La
inferior con dovelas de estilo románico.
Esta torre también esta desmochada por mandato
de los Reyes Católicos en 1477, a partir de la reconquista de la ciudad los
de la familia Espadero tuvieron gran
protagonismo en la ciudad siendo regidores del ayuntamiento muchos de sus
miembros , tomando parte activa en todos los acontecimientos que tuvieron lugar
en la villa, y hasta llegaron a capitanear en algunas ocasiones, algunos de los
bandos en que en aquellos siglos, y en casi todos los pueblos , solía
disputarse armas en mano, los escaños concejiles, y con ello la primacía local.
Su mayor
lustre, lo alcanzó esta familia en el siglo XIV, favorecidos por el monarca
Alfonso XI y más tarde por su hijo el rey D. Pedro, ocupararon los más altos
cargos del estado, y hasta perdieron vidas y hacienda por defender la causa del
segundo contras las pretensiones , que triunfaron de Enrique de Trastamara, los
que le obligo a emigrar a Portugal, destacado entre ellos, Gonzalo de Cáceres y
Andrada, ya que los Espaderos tomaron el nombre de Cáceres, caballero de
Enrique IV, fue embajador, junto con Diego Ribera, cerca del príncipe de Viana,
a fin de estipular el matrimonio de este con la infanta doña Isabel, más tarde
coronada como reina Católica, este matrimonio no llego a celebrarse .
La torre
es el único resto del palacio de los Cáceres, Señores de Espadero y más tarde
de la Lagartera y de Higuera de Vargas. Las casas de los Cáceres se levantaron
a finales del siglo XIII o inicios del XIV y ocuparían, aproximadamente, lo que
hoy es el Archivo Histórico. Tras su desaparición, ese espacio fue ocupado por
casas populares que se demolieron en el siglo XX, convirtiéndose en improvisado
aparcamiento. Estuvo a punto de formar parte del Parador de Turismo, ya que una
de las primeras opciones que se barajaron para su ubicación fue el Palacio de
Moctezuma.
El linaje
de los Cáceres es uno de los más antiguos de la ciudad, según la tradición (que
no los documentos) participaron en la reconquista. Del primero que tenemos
noticia es Gonzalo de Cáceres, que vivió a finales del siglo XIII. Su nieto,
Alvar García de Cáceres fue Vasallo del Rey, y su bisnieto Gonzalo, fue
embajador de Enrique IV en Navarra y negoció el frustrado matrimonio del
Príncipe de Viana con la entonces Infanta Isabel, quien, por su cuenta,
planeaba --en secreto-- sus bodas con Fernando de Aragón. Gonzalo de Cáceres
Andrade fue un activo miembro en el resurgir de las banderías dentro del
partido del Maestre Solís.
En 1465, y
tras la llamada Farsa de Ávila, es proclamado rey el Infante Don Alfonso, lo
que abre un nuevo período de la Guerra Civil de Extremadura. En medio de aquel
episodio, en 1467, el Clavero Alonso de Monroy atacó en Cáceres al bando de
Solís, y el Señor de Espadero murió de un flechazo recibido, quizá, en esta
misma torre.
Siglos más
tarde el solar de los Cáceres se fue abandonando y arruinando, hasta no quedar
más que el más altivo de sus elementos constructivos, la poderosa torre que un
día defendió el lado septentrional de la muralla, la cual, por cierto, se
derribó a instancias del I Marqués de Camarena la Real, en 1751, para que
pudiera entrar en Cáceres el saludable aire del Norte.
Palacio de
Godoy-Casa Roco.
Corría el
siglo XVI, concretamente el año de 1527, formando parte de una expedición de
aventureros, una de tantas que en aquella época salían de España con destino a
la conquista del Nuevo Mundo, el hidalgo cacereño Francisco de Godoy, que
contaba entre su parentela alguno comendadores de Ordenes Militares, más, con
gran escasez de recursos cruzo el Atlántico en busca de fortuna.
Y joven y
dicen que inteligente, nada más llegar al continente americano, se distinguió
en varias expediciones en el territorio del Perú, en la Araucanía, intervino
como diplomático en las disputas de Pizarro con Almagro, fue regidor en ciudad
de Valdivia (Chile), gobernador de Lima,
y Teniente General de Pizarro, entre otros cargos, tomó parte del botín
incautado al Inca Atahuallpa, y de las riquezas descubiertas junto al templo
Pachacamac, contó lo que había reunido hizo el petate y con todo volvió a
España, propietario de un gran potosí.
Y ya en
Cáceres, compró un antiguo solar al final de la calle Camberos, frente a la
iglesia de Santiago de los Caballeros, convirtiéndolo en un palacio de estilo
renacentista, Su fábrica es de mampostería con fachada adovelada con sillares
almohadillados, y balcón en esquina rematado por frontón doblado y sostenido
por columnas de orden compuesto con su barandal de magníficos hierros (al igual
que los de los otros balcones de la fachada) y hermosa decoración del
renacimiento flanqueando el escudo del remate. Al interior tiene un magnífico
patio con arquerías de medio punto en ambas galerías alta y baja y escudos en
el encuentro de los arcos.
De la
construcción de esta casa sabemos que en el año 1549 trabajaba en ella el
cantero Gerónimo Gómez, y que otorga una escritura para hacer obras en el
patio, de cuya escritura fue testigo el entallador Guillen Ferran.
La torre
de ángulo, con balcón de esquina, encuadrado por columnas de orden compuesto,
sobre el que se eleva un frontón donde destaca un busto decorativo en
altorrelieve, sobre el frontón se puede ver el escudo de Godoy, coronado por un
yelmo y del que salen tallos serpenteantes, a los lados descansan dos sátiros,
es obra de Pedro de Marquina.
Murió en
1.564, en la primera mitad del siglo XVI, heredó este palacio Doña Beatriz de
Godoy, que casó con D. Juan Roco y Campofrío, por lo que también se la conoce
como Casa de Roco.
El
Príncipe de la Paz, Manuel Godoy, reconocía a los cacerenses por parientes, Y a
los Carvajales por lo que tenían de Godoy, por eso los favoreció en Cáceres en
varias ocasiones.
Este
palacio sirvió un tiempo como Casa de Maternidad, y anteriormente fue sede del
casino "Círculo de la Concordia”
su nacimiento fue entre
1.505-1.506. Abandono su patria chica,
en 1.527, en una de aquellas bandadas de aquellos de extremeños que con
frecuencia navegaban de las costas españolas a suelo americano. Participó de
las empresas más comprometidas que se abordaron en el imperio Inca, y siempre
se contó, entre los favoritos de la fortuna, ejecutó una marcha estratégica y
altamente meritoria al frente de un escuadrón de caballería, desde la ciudad de
San Miguel de Piura a la Ciudad de los Reyes, en socorro de Hernando y Gonzalo
Pizarro, acosado a vanguardia y retaguardia por miles de indios de una
extensión de veinte leguas. También estaba en la batalla de Salinas contra
Diego de Almagro.
Fue Godoy uno de los integrantes del
famoso trío de primos hermanos cacereños en la conquista de Perú, siendo
Lorenzo de Aldana y Perálvarez Holguín, los otros dos, ya que las madres de
Godoy y de Holguín eran hermanas del padre de Aldana. Pasó Godoy a la provincia
de Jauja, donde fundó un pueblo, y luego estuvo en la conquista del Cuzco,
capital del imperio inca. Cuando Pizarro fundó la ciudad de Lima, le dio
repartimiento, con lo que pudo edificar una casa para su morada, dejando aquél
a Godoy por teniente general de la ciudad en diversas ocasiones en que tuvo que
salir a combatir a los indios.
También Pasó al Arauco con Pedro de
Valdivia, en donde hizo proverbial su intrepidez y bizarría, destacando en la
batalla de Millarapué. Como persona de autoridad y seso Pizarro le encomendó
las negociaciones más importantes y delicadas, tales como arreglar las
diferencias surgidas entre este y Diego de Almagro. Que sus faenas no fueron
estériles para sus intereses, lo o demuestra el caudal considerable que reunió,
con la participación no escasa que le correspondió en el re partimento de los
tesoros de Atahuallpa, la mayor que recogió del descubierto en las
inmediaciones del templo del templo de Pachacamac, enterrado por los sacerdotes
de él.
Fue regidor de la villa de la ciudad
de Valdivia, en Chile, teniente general del conquistador Francisco Pizarro, que
lo distinguía entre sus capitanes, y gobernador de la ciudad de los Reyes,
Pizarro lo nombró teniente de gobernador y visitador de los indios de la nueva
ciudad de Los Reyes para la administración de justicia, por título dado en ella
el 6 de junio de 1537; y su sucesor el gobernador Vaca de Castro le concedió la
encomienda de indios de la provincia de Atavillos, y en el título lo llama capitán,
caballero y persona de calidad y uno de los primeros conquistadores y
pobladores de estos reinos de Perú. Encontró un tesoro en el templo de un dios
indígena, y a diferencia de otros conquistadores que resolvieron quedarse para
siempre en las Indias, Godoy, en todo momento decidió regresar a Cáceres, para
lo cual iba enviando remesas de dinero a su primo hermano Álvaro de Aldana con
la finalidad de que le fuera comprando tierras y rentas en Cáceres.
(Fuentes
Floriano Cumbreño-Guía de Cáceres)
(Fuente
Publio Hurtado-Castillos)
(Fuente
Simón Benito Boxoyo-Noticias)
(Fuente
Alonso de Maldonado-Hechos)
Agustín
Díaz Fernández




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