BREVE
HISTORIA DE CÁCERES
XXXVII
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Muerte de Alfonso IX de León y Galicia
Qazrix, debió ser pueblo pequeño, por lo que no adquirió importancia hasta que los almohades, durante el tercer tercio del siglo XII reconstruyeron por completo las murallas antiguas de la romana Norba Caesarina, erizándola de torres albarranas y levantado el alcázar que debió ser impresionante y del que solo queda hoy el aljibe.
Tras su última
reconstrucción, Cáceres quedo poco tiempo en poder árabe, aproximadamente unos
sesenta años, la época de los almohades es además en el Al-Ándalus un periodo
de vigor político pero de poca expansión y una vez después de ellos, Cáceres en
poder de cristianos, ya no tiene motivos los historiadores y geógrafos
islámicos de citar poblaciones perdidas militarmente, y de además no dejaría
ser a amargos para ellos, más hay que añadir el inmenso número de textos
musulmanes que se destruyeron durante la conquista, todo libro árabe era
inmediatamente condenado al fuego, por suponer se trataba del Corán, motivo por
el que no cabe de extrañar los varios y silencios documentales sobre la villa
cacerense.
Ya
tenemos a las huestes de Alfonso IX, ocupando Hins Qazrix que la llamo el
almohade, la toma de Cáceres, como veíamos en el capítulo anterior, fue el
hecho que condiciono la posibilidad de este avance, la villa de Cáceres,
comenzara a vivir una vida ciudadana representando escaso papel en las
contiendas bélicas, ya quedaba cumplida su misión dentro de la historia.
Y como
conquista tiene en su historia, hechos que como tradición se basan en leyendas
novelescas entre el pueblo, y como no podía ser menos el pueblo cacerense tiene
la suya, y que ha pasado siglo tras siglos y de boca en boca y que nos lo
cuenta don Publio Hurtado sigue:
El Kaib o
jefe superior de la villa, recibió una embajada del Monarca Leones, intimándolo
a la rendición para evitar la efusión de sangre y haciéndole grandes promesas
si accedía a su requerimiento, cuentan que, figuraba entre los emisarios un
apuesto doncel y que, de pasada vio a una hija del muslín de la que quedó
prendado al igual que ella de él.
Hay un
peñasco declive de la Torre de los Pozos, una puertecilla y como con forma de
salida de una cueva, un cuyo recinto desembocaba una galería subterránea, que
partía de otro cuarto próximo al jardín moruno, donde hoy se ubica el
Palacio-Museo de las Veletas, por donde el amante cristiano, consiguió
entrevistarse con su amada e hija a la sazón del Kaib, de cuya voluntad llegó a
ser dueño.
Ya pasaba
un mes desde que don Alfonso IX, habia formalizado el sitio, y como era tal la
fortaleza de la plaza, y el asedio prometía ser largo y pesado, empezaba a
impacientarse. Más algún avisado notó en sus reales, emplazados según la
tradición e el cerro de San Marcos, las ausencias nocturnas del enamorado
paladín, por lo que el Rey llamó a este y el pidió explicaciones de su
conducta, franqueándose el caballero con su Rey, le prometió que su amor le
facilitaría la pronta posesión de la villa.
Y en
efecto, gano el cristiano del amor total de la agarena, que esta le entregase
la llave del pasadizo subterráneo que una dueña le abría todas las noches, y
que, por donde el caballero capitaneando un pelotón de soldados escogidos
penetro en el alcázar, siendo la madrugada del día 23 de abril, mientras el
ejercito cristiano, para distraer la atención de los sitiados acometía a estos
por la puerta de Coria, y que desde entonces de denominó Puerta del Socorro, en
honor a la ayuda que prestó en aquella ocasión a los que entraron en la
villa por el subterráneo*.
Más
existe otra versión, quizás no tan poética, y menos conocida, pro puede que,
con más visos de realidad, puede que explique la pronta conquista de Hins
Qazrix, y es:
La
galería subterránea que se menciona, se puede comprobar su existencia, si bien
obstruida, y que servía para aprovisionar la villa en caso de necesidad, de
agua y aun de leña, cuando estaba cercada por el enemigo, cosa fácil, ya que se
podía burlar la vigilancia de este, al amparo de los matorrales que por
entonces existían entre las murallas y el riachuelo que se desliza muy próximo
a sus cimientos. Pero los vigías de las huestes cristianas, se percataron de
una de estas operaciones y prepararon convenientemente la emboscada,
sorprendieron cierto día a varios moros que acarreando leña iban a entrar por
la mina, ganando por sorpresa el alcázar de la villa.
Ambas
versiones concuerdan en la forma que se tomó la plaza fue por esta vía, así
como aun tomando el alcázar, hubo peleas entre moros y cristianos en calles y
plazas, sin embargo, los moros por ser en números más pequeños, y por la
sorpresa en la que se vieron cogidos, cedieron pronto, pelea que desde entonces
y en día tal, se reproduce en la villa.
*Leyenda
de la Princesa Mansaborá.
(Publio
Hurtado-Castillos)
Muerte
de Alfonso IX de León
El Rey
Alfonso IX, apenas sobrevivió medio año a esta triunfal campaña, contaba 59
años su edad y había alcanzado los 42 de su reinado, su actividad había sido
portentosa, y los obstáculos familiares por una parte y políticos por otra que
hubo de sortear, a lo largo de toda su existencia fueron enormes, físicamente
estaba ya agotado al terminar la campaña, pero sin que su ánimo decayera, y
seguía pensando en proyectos de empresa futuras con las que coronar las
conquistas logradas y sus triunfos sobre los musulmanes.
Terminada
la conquista de Badajoz, y tras detenerse unos días en Mérida, pasó a
territorios cacerense, donde permaneció cerca de tres meses, ocupándose de
consolidar su poder sobre los territorios recién incorporados a su Corona, a
las que seguían amenazando las fuertes posiciones musulmanas, como la de
Montánchez, amenazando en cortar en cualquier momento la calzada, siendo esta
la principal vía de abastecimiento y transporte de tropas hacia la vertiente
Norte del Guadiana, otras como Alanje, Medellín y Magacela, amenazaban
insistentemente a Mérida y Badajoz.
No estaba
para Alfons IX la campaña terminada aún, se imponía la rápida organización de
otra empresa que alejara de manera definitiva estos peligros, y diese paso
franco para la marcha cristiana hacia las tierras del Sur. Para ello pensaba el
monarca leones, guarecer fuertemente Cáceres, al entregar a las Ordenes
Militares los puestos avanzados de la frontera y situar contingentes de reserva
en los castillos de la Transierra´
Corría
mediado el mes de junio, cuando Alfonso IX sale del territorio cacerense y se
encamina lentamente hacia Galicia a dar gracias al Apóstol Santiago por las
victorias abstenida y organizar una nueva campaña, que pensaba comenzar una vez
pasada la invernada.
Más no
pudo realizar estos proyectos, en los primeros días del mes d septiembre, y ya
con la salud muy quebrantada, partió para Galicia después de haber pasado en
Zamora, su ciudad natal, una temporada, aunque corta, pero al llegar a
Villanueva de Sarriá (Lugo) cayó enfermo de gravedad, tanto que no pudo
continuar su viaje a Compostela. Al atardecer del 24 de septiembre, viendo que
se aproximaba su fin, pidió sacramentos y ya confesado y comulgado, en la misma
noche falleció.
Alfonso
IX, pese a sus oscilaciones por su carácter y errores propios de la naturaleza
humana, fue regular Rey, al que Cáceres debe los fundamentos de su vida, al
incorporarla de manera definitiva a la civilización cristiana.
(Fuente Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(fuente
Publio Hurtado-Castillos)
(fuente
Benito simón Boxoyo-Noticias)
Agustín
Diaz Fernández
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