BREVE HISTORIA DE CÁCERES
LX
Reinado
de Alfonso X
Desavenencias
Orden del Temple (II)
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
En vista
de los desmanes habidos entre los Caballeros Templarios y la villa cacerense,
acordó en concejo de la villa entrevista en el castillo de Alconétar, a la
sazón sede de la Orden del Temple, se personaron los oficiales de la villa, los
recibió Don Miguel Navarro, comendador del Castillo, y tras una muy larga
sesión y no habiendo llegado a ningún acuerdo, dirimieron crear arbitraje,
nombrando Cáceres sus representantes entre los Caballeros de la Orden y
haciendo lol propio los Caballeros con los de la villa de Cáceres, y en esto se
andaba y así los dejamos en el capítulo anterior.
En
Cáceres a 25 de febrero de 1253, se reunieron en la villa cacerense ambas
partes, con el fin de hacer las designaciones que a cada uno correspondía, por
el Concejo a don Lope Pérez, Comendador de la Abadía Templaria de Capiella, y
al propio don Miguel Navarro, Comendador
de Alconétar, los templarios por su parte designaron a los caballeros cacereños
don Pero Yannes y don Xemen Sancho ( estos dos son los primeros cacereños de
nombre conocidos en los documentos) según el preacuerdo, los cuatro en armonía debían
de reunirse para dictar el laudo en el Castillo de Alconétar en la fiesta de
San Juan Bautista de aquel mismo año, quedando entendido que si faltare alguno
de estos, la parte correspondiente podría nombrar a otro.
Los
litigantes se ofrecen a acatar el fallo de este tribunal, bajo pena de mil
maravedis, y la decisión seria tomada por unanimidad o mayoría, pero caso de
producirse el empate, se encomendaría la solución, a un árbitro, señalándose al
efecto y de acuerdo por ambas partes, y como amigo de por medio a don Rodrigo
Flores, dignatario que fue de la Corte
de Fernando III y después de Alfonso X,
una de las personalidades de mayor relieve del reino Castellano-Leonés, ambas
partes dan los fiadores para garantizar el cumplimiento de su compromiso,
fueron estos don Gil Polo y don Domingo Cerralbo, caballeros de Trujillo.
No se
sabe si llegaron a dictar el laudo, el hecho es que el conflicto no se
solucionó y que las discordias continuaron, con especial ahínco durante el
pastoreo en las Riberas del rio Almonte, pero el poderío de la Orden del Temple
habia entrado ya en una vertiginosa decadencia, franqueado Alconétar por las
encomiendas Alcantarinas y Santiaguistas, los Caballeros vieron que no podían
sostenerse en el aislamiento, empezaron entonces a desplazarse a sus nuevas
encomiendas hacia el Sur. Hacia 1258 abandonaron el Castillo, que comenzó a
desplomarse y a arruinarse las construcciones la villa que habia empezado a
formarse en torno a la fortaleza, en 1268 Alfonso X, donó el Castillo y el
señorío de su jurisdicción a su hijo el Infante don Femando, quien no cuido nada
de ellos, a principios del siglo XV, pertenecía el señorío a doña Leonor,
Condesa de Alburquerque, esposa de don Fernando de Antequera, dentro del mismo
siglo se incorporó a los estados del Conde de Alba de Liste, y por ultimo al
Duque de Frías.
La torre
solitaria, en medio de ruinas desoladas, a la vista del puente romano que
también amenazaba ruina, se esforzó por seguir viviendo, la fantasía incorporó
no se sabe cuándo ni el porqué, una de las gestas más celebradas de la andante
caballería, nada más y nada menos que la de la Princesa Floripes, hermana del
famoso Fierabrás que disputó a Carlomagno el imperio del mundo, la fábula fue
de fortuna, se relataba aun no hace mucho por la gente de la comarca.
TORRE DE
FLORIPES
La
leyenda
Siendo en
aquello años el señor del castillo el famoso y temido Fierabrás a la sazón rey
de Alejandría y que disputaba a Carlo Magno en imperio del mundo, llevaba en su
compañía el soberbio mahometano a su hermana, la sin par en hermosura y donaire
Floripes bella entre las bellas, tan inquieta como apasionada de la que su
hermano Fierabrás estaba perdidamente enamorado, más en ella no habían mella
los constantes galanteo de su rey y a la vez hermano, que por lo visto era cosa
corriente entre gente de este país y religión. Ella a su vez estaba
perdidamente enamorada de uno de los paladines de más renombre en el mundo de
la caballería, súbdito y pariente del soberano francés, cuya filiación era
Guido de Borgoña, al que había admirado en torneos, justas y batallas en las
que se había entrevisto con él, el cristiano correspondía a esta pasión, pues
quedo también prendado de la encantadora princesa.
Ocurrió
que en una acción de guerra contra el moro , cayó Guido herido y prisionero del
muslime, junto con otros caballeros cristiano a los que mantuvo cautivos,
estaba Fierabrás apercibido de la inteligencia amorosa entre la sin par
Floripes y Guido de Borgoña y ardiendo de celos relego a los cautivos al
castillo del puente de Montible, edificado por un famoso mago , con el
propósito de que consumiesen sus vidas encerrados en las más oscuras mazmorras,
sobre todo al Borgoñón, al cual relego a la más oscuras de las mazmorras de
ellas.
Era
alcaide de este castillo, un morazo fiel, de impresionante presencia y fiereza,
ero fiel como un lebrel a su amo Fierabrás, que respondía al nombre de
Brutamonte, al que encomendó con especiales prevenciones la custodia de los
prisioneros y ordenando especial trato a su rival. Pero averiguado por la
hermosa Floripes el paradero de su amado, una noche de las oscuras y seguida
por tres de las de sus camaristas, consiguieron esquivar a la guardia y con
reas encendidas por su propia mano tomaron dirección a la cárcel donde se
hallaba recluido el de Borgoña, entre las breñas y lomas, consiguen llegar
hasta las puertas de la fortaleza sin que nadie les opusiera obstáculos
ningunos, ya por no verlas la guardia, ya por ser quien era.
Les
dieron el (quien vive) y contestando ellas son mujeres, bajaron la poterna
dándole vía libre al interior, donde salió a recibirlas el alcaide Brutamente,
pensó la dama que este le opondría impedimento o que llamaría a su hermano, y
así sin más al acercarse Brutamente a blindarle pleitesía al reconocerla, la
bella sacando un puñal se lo clavó en el centro del corazón a tan buen súbdito
y cogiendo las llaves abrió mazmorras, sacando a los prisioneros de su
cautiverio, la sin par Floripes, invitó a tomar armas caballos y huir de allí
con prestancia por el temor de que su rey y hermano llegase a inmolarlos, y en
efecto Fierabrás no encontrando a su hermana en sus reales aposentos se lo
imaginó y presto se presentó en el castillo de Mantible, viendo en el salón al
alcaide Brutamonte muerto con un cuchillo aun clavado en su persona y
reconociéndolo como el de su hermana monto en cólera y viendo que aún se
encontraban dentro , mandó sitiar la fortaleza, que ya que inexpugnable para el
asalto que se murieran de inanición .
Desenlace
Los
sitiados llegaron a estar famélicos, incluso ya habían catado algún caballo que
otro, convinieron en que la necesidad de salir en busca de ayuda era imperiosa,
habida que acabar con aquella situación, fugarse y dar aviso al todo poderoso
Carlo Magno que proveyera el favor del trance en que se encontraba su mejor
paladín, echadas a suertes la salida en busca de ayuda, le correspondió a Guido
de Borgoña salvar el sitio que Fierabrás mantenía férreamente, y a si en
madrugada avanzada y por una puerta secreta que allí había se dio a la fuga del
moro tan sensacional caballero.
Pasaban
los días, y la sin par en belleza Floripes no vivía en sí,! ahora pensaba que
lo habían apresado y dado muerte, después que algún accidente por el camino,
más tarde que la había olvidado¡ vivía en un sin vivir por la angustia de la
falta de noticias, hasta que una maña recién llegada la amanecida , se observó
desde las almenas de la fortaleza de Montible tropas de Carlos Magno ocupando
los alrededores y en formación para la batalla, la lucha con las huestes moras
fue horrible matando mucho y bien tanto por moros como por cristianos, hasta
que estos últimos cogieron ventaja y vencieron a la morisma, cayendo prisionero
y herido de gravedad el rey Fierabrás ,Guido de Borgoño fue el más destacado de
los caballeros del día, y el primero en tomar al asalto la fabulosa fortaleza ,
dando libertad a sus compañeros de cautiverio, se postro ante la sin par
Floripes.
Satisfecho
Carlo Magno con el resultado de la campaña y viendo el amor que se profesaban
Guido y Floripes, ordeno que al punto se casaran, Fierabrás quedo encerrado en
la misma mazmorra que ordeno para el de Borgoña, y al poco murió, en parte por
las heridas en parte por la desesperación de haber perdido a su amada y
hermana.
Esta
historia repetida una y mil veces en las largas noche del duro invierno
Cacereño, y hasta hay quien dice ha visto en algunas noches luces misteriosas,
de entre los paredones de la torre y oído lamentos desgarradores salir de sus
concavidades, sin duda pertenecientes a Abramonte y su rey Fierabrás, cuyas
almas andan reclamando venganzas por sus desventuras entre las seculares
ruinas.
También
hay quien asegura haber visto al salir el sol en el día de san Juan, en el
hondo que llaman de Rochafria, flotar sobre las aguas los barriles que el rey
de Alejandría, tiro al rio desde el famoso puente romano de Alconétar, al
considerarse vencido, en los que guardaba aquel bálsamo famoso que todo lo
sanaba y que tanto soponcio deparó sobre el pobre Sancho Panza, al tomarlo como
antídoto contra las contusiones que le causaran el apaleamiento los bellacos de
la ventas.
(fuentes
Antonio Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(fuentes
Publio Hurtado-Supersticiones)
(Fuente
Orti Belmonte-Conquistas)
Agustin
Díaz Fernández
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