BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
SIGLO XIII
LVIII
Tras la
Muerte de Fernando III
Crónica
desde la calle Cuba de Mi Llopis Ivorra
En mayo
de 1252, fallece en Sevilla Fernando III el Santo, heredando los Estados
Cristianos de la España Occidental, su hijo, Alfonso X el Sabio, ya por
entonces ya llevaba Cáceres veintitrés años de existencia como villa cristiana,
durante ellos se habia dosificando su población, poco a poco, por
inmigraciones sucesivas de la más
variada procedencia ,el casco urbano se fue cubriendo de edificaciones, una
calle formada por tramos rectilíneos unía las dos principales puertas , la de
Mérida y la de Coria, y otra calle transversal, esta tortuosa, enlazando la
vieja puerta romana ( que se hallaba en el Atrio del Corregidor, hoy Foro de
los Balbos) con la del arco del rio (Arco del Cristo) quedando el recinto
amurallado dividido en cuatro sectores que centraban en la Plaza de Santa María, por entonces único coso
urbano, la población estaba integrada por gente labradora y ganadera, de un
nivel social uniforme, aunque habia ricos y pobres, todos ellos eran hombres
libres, quedando reducida la servidumbre a los moros cautivos, a los que se
dedicaba especialmente las tareas domésticas y al cultivo de las huertas, no se menciona que se
confiara a pastores moros el cuidado del ganado.
Tampoco
hay documentos que durante estos veintitrés años, que den a conocer los nombres
de las personas que formaron el cabildo
municipal que, con la estructura establecida por el Fuero funcionó desde
el primer momento, tratando de ajustar las necesidades de la colonización y en
lo político, a las exigencias derivadas de la unión de las dos coronas, esta
unión produjo una serie de reacciones entre los pobladores, planteándoles
problemas imprevisibles en el momento de la conquista, una parte de estos
problemas se quedaron solucionados por Fernando III, al confirmar y ampliar la
Carta de Población , otros no llegaron resolverse si no al
final de su reinado y comienzos de su sucesor , que es cuando ya la
villa cacerense consigue concretar su personalidad histórica.
La
primera de estas consecuencias derivó en la desaparición de la línea
fronteriza, que por la parte correspondiente al término de la provincia
cacerense separaba los territorios de Castilla y de León, esta línea es la que
descendía desde el rio Tajo poco antes de su confluencia con el rio Almonte,
hasta la sierra de Montánchez en su articulación con la sierra de San Pedro, su
establecimiento era convencional, político, totalmente arbitrario justificado
por la necesidad teórica demarcar una separación entre las zonas de influencia
señaladas por el emperador ( Alfonso VII de León) y ratificadas por el pacto
acordado en Sahagún ente Fernando II de
León y Sancho III de Castilla, ellos
venia suscitando fricciones entre los dos reinos desde la segunda mitad del
siglo XII, si en su tramo recorrido por el norte estaba geográficamente
determinada por las corrientes del rio Tamuja y del rio Almonte, pero por la
parte sur, la delimitación era confusa e imprecisa, debido quizás al a falta de
accidentes geográficos que la determinaran, puede que por la conveniencia por parte de Castilla de
dejar poco definida la posesión de Montánchez, que dominaba la calzada en uno
de los puntos más importantes en el sentido estratégico, de esta manera, se dio
el caso a lo largo de todo el avance cristiano por la Marca inferior, de no saberse nunca si Montánchez y Santa Cruz
de la Sierra, pertenecían al área de expansión leonesa o castellana, dado que todo el territorio montañoso comprendido
entre el nacimiento del rio Ayuela y el rio Búrdalo, divisoria de las cuenca
del rio Tajo y rio Guadiana, siempre fue un auténtico enjambre de moros, contra
los que arremetían, ahora los leones como las huestes de los castellanos, un
ejemplo, Montánchez en 1195, el castillo estaba en poder de Castilla y
castellana erala puebla que se estaba formando a sus alrededores, al realizarse
la correría de Al-Mansur, que termino con el trágico episodio del Valle de la
Matanza Torre Quemada, y sin embargo en
el 1230 es el rey de León Alfonso IX ,
el que la gana al moro y la entrega a la orden leonesa de Santiago.
La
desaparición de la frontera varió por completo los términos del problema, al
este del término se crean dos territorios con jurisdicción propia, Trujillo con
su Concejo y Montánchez con su alfoz (territorio que rodea una ciudad y depende
de ella económicamente) , este absorbe por completo el núcleo montañoso
extendiendo su jurisdicción hacia el Este, dentro de la zona de influencia castellana, por el Oeste marca con precisión
los linderos de Cáceres, después de discutir sobre la pertenencia jurisdiccional
de Santiago de Bencaliz (Vencaliz) marcando los linderos de acuerdo con los
hitos señalados en el Fuero, sin cuidarse ya de determinar, si el territorio
pertenecía a Castilla o a León, ya no
era preciso, en lo referente a Trujillo no habia problemas, sus limites
con la Villa Cacerense estaba bien delimitado por unidades geográficas
concretas, que seguían la antigua línea fronteriza, uno y otro cerraban por
esta parte el itinerario cacerense dejando confinado lo que habría de ser sus términos
históricos hasta la secesión de las aldeas ( Sierra de Fuentes, Torreorgaz,
Torrequemada, Torremocha, y Zamarrilla, secesión que comienza en este mismo
siglo XIII, y que en los tiempos modernos se consumó por el procedimiento de
las pertenencias y los enclaves.
La
segunda consecuencia, fue el desplazamiento hacia el Este de los caminos hacia
el Sur, Cáceres dejo ya de interesar como etapa de vías estratégicas, Castilla
centraba la actividad política, Fernando III el Santo lo hizo saber
explícitamente, la conquista de Sevilla en 1248, dirigía la actividad bélica
hacia la mitad oriental, de Andalucía, como la frontera con Portugal estaba
asegurada, por la vigilancia de la orden de Alcántara, es Trujillo la que
absorbe el trasiego militar entre el
Oeste y el Sur, recogiendo la corriente
leonesa, que antes bajaba de Salamanca y Ciudad Rodrigo ,hasta Cáceres por la
Vía Dalmacia, pasando por la castellana Plasencia, confluyendo también las
procedente de Ávila, pasando a Trujillo acortando por Monfragüe, aun recoge Trujillo otro trafago,
este más importante, por afectar tanto lo comercial como lo militar, como el
que procedía de toda la meseta inferior, especialmente de Toledo, entrando por
el puerto de Miravete.
La
influencia política de Casilla, se hace predominante en más de la mitad de lo
que actualmente es la provincia cacerense, y sin embargo, Cáceres, la provincia
de Cáceres, es esencial y culturalmente leonesa, lo leones predomina en toda la
cuenca del rio Tajo, desde las fuentes del Tiétar hasta Eljas por el Norte, y
desde las Altamiras hasta el rio Seber por el Sur, esto es lo que caracteriza
la unidad provincial, el hecho no deja de tener su justificación histórica,
Plasencia desde su fundación en 1178 por Alfonso VIII, al igual que toda la
mitad oriental de la Trasierra, no tenía comunicación normal sino con
Salamanca, de donde recibía sus elementos vitales, y Trujillo, reconquistada en
1234, nace bajo signo leones, al poblarse con gentes de Cáceres o que llegan
hasta allí con gentes procedentes de la Villa cacerense, el leones como habla
se extiende por toda la cuenca del rio Tajo en sus dos vertientes, hay que
imaginarse el Cáceres de final del reinado de Fernando III, como un territorio
que habia cumplido su misión en la
campaña de la reconquista, y que estaba dispuesta a comenzar una nueva vida,
políticamente apartado en uno de los confines del reino y obligado a crearse su
propio destino mediante el desarrollo de sus fuerzas internas, características
verdaderamente originales del vivir histórico de la naciente villa cacerense,
entre las que sobresalen un grupo de pobladores, escasos, en menos de cincuenta
años pudiera aflorar fuente de vida y riquezas capaces, no solamente la habitabilidad de un extenso terreno yermo,
además de convertirlo en centro de nuevos elementos sociales que habrían de
exaltar su elevada fisonomía, y aun difundir el influjo leones, por la cuenca
del Tajo, del terreno perteneciente a la provincia cacerense.
(fuentes
Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuentes
Publio Hurtado-Castillos)
(Fuente Orti Belmonte-Conquistas)
Agustín
Díaz Fernández
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