BREVE HISTORIA DE
CÁCERES
LXX
Inicios Cáceres,
intentonas de Conquistas
Crónica
desde la calle Cuba de mi Llopis Ivorra
Pues ya
tenemos de nuevo la villa cacerense en poder del cristiano Rey de León y
Galicia, y en manos del Maestre de la Orden de Santiago Pedro Fernández, al que
se la encomendó para su defensa, como habia hecho con anterioridad a la
desparecida Orden de los Fratres, recuerdo que estamos en el año de 1184.
Más con
ansias de desquitarse de este episodio, el Emir árabe a la cabeza de un
poderoso ejército agareno, vino contra Santaren, situando una parte del mismo
contra los cristianos de entre el Tajo y el Guadiana, tras apoderase de
Trujillo, Montánchez y Medellín, Sitió Cáceres, que defendida por el Maestre
Pedro Fernández, y que delicado de salud se encontraba postrado en cama, donde
falleció en día 11 del mes de julio de este mismo año, más al llegar al
campamento de los moros, el tambien fallecimiento del Emir Jussuf-Ya’Qub, los
sitiadores seguidores del profeta, abandonaron el cerco de la villa cacerense,
desde donde se retiraron hacia Andalucía*.
*Esto
según nos relata don Publio Hurtado, se pudo dar como verdad histórica, pero el
Dominico Gil González Dávila, en la Historia Eclesiástica de España relata:
Que la
retirada de los agarenos que asediaban la villa cacereña, afirma que el motivo
lo tuvo la aparición del Apóstol Santiago, en una salida que hicieron los
sitiados, y que a fuerza de matar infieles les hizo abandonar el cerco*.
Esta es
una cien de las apariciones milagrosas del Apóstol Santiago que citan las
crónicas, haciendo batallar a tan santo Varón en ayuda de las falanges
cristianas, contra los de la bandera de la media luna, y a esta sarracina algún
cronista atribuye el nombre de la Dehesa de Matamoros al Sur, muy cerca de la
capital cacereña.
No hay
constancias de que leoneses y santiagueses perdieran la villa de nuevo hasta
1196, en el que el miramamolín almohade triunfante, el año anterior en la
batalla de Alarcos, volvió con ganas de pelea a tierras cacerenses,
apropiándose de Cáceres, y tras ella de los pueblos y comarcas de Plasencia,
Trujillo, Santa Cruz de los Templarios, y Albalat, y algún que otro termino
más.
En 1212,
se realiza nueva intentona contra la morisma, donde los moros cacereños para
dificultar el avance cristiano, cortó el puente de Alconétar, pero el Rey
Alfonso IX de León y Galicia, tomó alcántara y desde esta localidad se dirigió
sobre Cáceres, corría el año de 1213, cuya poblacion rescato con la ayuda de
los Caballeros de la Orden de Santiago, estos pidieron al Rey que les
devolviera la encomienda de la plaza, a esta petición se negó el de León, y la
Orden recurrió esta negativa ante el Pontífice Inocencio III, este pleito tuvo
que sobreseerse, ya que al poco tiempo de iniciada la querella Cáceres volvió a
poder de los de la media luna.
Volvieron
los vientos de la guerra ante los muros de Cáceres, ya en 1218, el mismo Rey
Alfonso IX de León y Galicia, comenzó la empresa del rescate de la villa por
recomendación del Papa Inocencio III, concediendo indulgencias a los que se
alistasen en las filas expedicionarias para tal empresa, más fueron tan
contrarios los temporales que sobrevinieron que las tropas auxiliares tuvieron
que levantar sus reales y retirarse.
Y de
vuelta otra vez ante las murallas de Cáceres los soldados de la cruz con la
misma empresa, estamos en 1219, con el resultado tan catastrófico como el de la
campaña anterior, ya que vinieron de forma inesperada contra los sitiadores, la
caballería arábiga de la frontera del Algarbe y que llegaban sedientos de
venganza, rompieron en cerco y los lancearon, haciendo, haciendo entre la gente
del cristiano mientras iba en fuga una atroz carnicería.
Fueron
años terribles en los que no habia un momento de tregua para la villa
cacerense, la antigua Norba Caesarina del romano, la Hins Qazrix del moro, o la
Cáceres del cristiano.
Don
Alfonso IX de León, no encontraba sosiego, en 1222 y en 1225 volvió la
intentona repitiendo los ataques de conquista contra Cáceres, durante el
primero el del año de 1222, todo estaba a punto para apoderarse de la villa,
con las máquinas de guerra, “almajaneques”, que traía, habrían logrado abrir
brecha en el muros, y facilitando así la entrada de sus huestes dentro de la
villa, más estando en ello, se vino hasta el campamento real, un embajador del
Miramamolín, que en nombre de su Emir, ofrece al de León, una fuerte suma de
dineros, depositando en el suelo de la tienda del Rey, una parte de lo
ofrecido, para que desistiera de apoderarse de la plaza, advirtió el Rey don
Alfonso, que allí no habia la suma ofrecida, le replicó el moro que, el resto
se le abonaría en plazos, y, aceptó el monarca leones, alzó el cerco y se
retiró, más la riqueza y maravedis ofrecida por el moro, jamás fue pagada por
el de África.
Grande
fue el descontento de la soldadesca cristiana, murmuraban y criticaba las
huestes el hacer del caudillo leones, y por la orden de retirada cuando ya
tenían en la mano el control de la villa, repitiendo en corrillos el adjetivo
de joco con que los árabes designaban al Rey de León y Galicia Alfonso IX, en
referencia al temperamento del monarca.
Sucedió
entonces, que ya desmontado el cerco y tiendas de su real, las huestes
cristianas comenzaron la retirada hacia sus fronteras, y poco antes de llegar
al marca del Tajo, las avanzadillas moras dieron alcance a la retaguardia
cristiana, matándole mucho y bien, cuando el grueso de la hueste de don Alfonso
quiso maniobrar para posicionarse en formación de combate, el grueso de la
tropa del miramamolín, ya les habia saltado encima, causándole gran quebranto y
cogiéndole gran cantidad de prisioneros, así las cosas, el moro no solo no pago
al monarca leones lo acordado por el
abandono del cerco a la villa de Hins Qazrix, si no que le diezmo la tropa.
Durante
el año de 1225, la acometida de conquista solo quedó, en algunas correrías por
los campos cacerenses, quedando arrasado viñedos, huertas y olivares, sin
trascendencia ninguna, tan solo el daño ocasionado.
Pero al
fin, en día de 23 de abril y año de 1229, día este en que la iglesia católica
festeja la festividad de San Jorge, mártir y principal adalid de los ejércitos
cristianos, tuvo lugar la definitiva conquista de Cáceres por las huestes de
don Alfonso IX de León y Galicia, que en persona las capitaneaba, y teniendo la
ayuda de las tropas enviadas por su hijo y Rey Fernando III de Castilla, las
que capitaneo el Comendador y Trece de la Orden de Santiago Rui González
Valverde.
Las
huestes cristianas llegaron ante los muros de la Hins Qazrix del moro, el día 5
de abril de 1229, montaron cerco a la villa, y el real de don Alfonso y sus
capitanes en las faldas de la Sierra de la Mosca, desde el actual cerro del
amparo, bajando hacia el de San Marquino, lugar desde donde podían ver lo que
sucedía tras los muros que la protegían.
¡Creo y
esto es cosa mía, que los defensores eran escasos, la decadencia almohade ya
llevaba años de guerras internas, y habían empezado a retrasar sus posiciones
alejadas de la marca, no olvidemos que Cáceres era sitio estratégico como lugar
de descanso y reagrupamiento de las tropas moras que asolaban la frontera con
León y Castilla, pero si no eran escasos, si eran pocos para defender la
totalidad de la villa murada por el romano, visto esto el de León elaboró su
estrategia de ataque!
Mando a
una parte de su hueste que recogieran gran cantidad de leña y la depositaran
por la parte de la llamada Fuente Fria, y aquel reducido grupo de mercenarios
aguardó a la llegada de la noche de aquel 22 de abril, al punto de la
anochecida recibieron orden de encender las hogueras que habían formado,
antorchas y luminarias , acompañado todo con golpes de espadas contra escudos,
fanfarrias, trompetas y demás cacharros de cocina, con lo que produjeron un
ruido espantoso, el moro viendo las luminarias y el estruendo de tropa, pensó
que el ataque se produciría, por la zona Sur-Este de la muralla, por donde esta
ubicada la torre Desmochada, corrieron las tropas sitiadas por el adarve para
reforzar aquellas zonas, más la hueste del cristiano, agazapada junto a la
puerta llamada del Socorro, al ver que esta puerta quedaba desprotegida,
comenzaron el asalto, entrando los mercenarios cristianos a degüello, y tomando
la ciudad definitivamente para la cristiandad siendo el día 23 de Abril de
1229.
(Fuentes
Floriano Cumbreño-Historia de Cáceres)
(Fuentes
Publio Hurtado-Castillo)
(Fuente Simón
Benito Boxoyo-Noticias)
(Fuente
Orti Belmonte-Conquistas)
Agustín
Díaz Fernández
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